Restaurante La Galería

Un grupo de peregrinos jacobeos, todos con su venera, su cayado, sus sombreros de ala ancha y eso sí, a diferencia de los medievales, sus botas reforzadas y sus mochilas de nylon, nos acompañan en la terraza exterior, la del propio camino, que se abre otra grande, luminosa e igualmente parasolada en el patio interior. Presencia lógica. La Galería queda a pocos metros de la capilla del Cristo de Rivero, obligada visita que aún muchos celebran con oración y genuflexión.

Dada la continua visita de tan frecuentes usuarios, la carta, además de un menú variado y económico, ofrece platos muy adecuados para parar, restaurarse y continuar camino, aquí, repetimos, senda con mayúscula: los platos de la catedral, del año xacobeo, del albergue, del peregrino, de la plaza del Obradoiro, del Papa, y otros igual de sonoros, combinan huevos, patatas, lomo, bacón, filete de ternera, merluza, croquetas, y otros sencillos placeres de toda la vida. Si lo que buscamos son palabras mayores -fabada, cachopo de ibérico, lechal, entrecote, merluza en salsa verde, callos, pescados a la plancha- y hemos de continuar jornada, mejor renunciar, hacer noche y seguir disfrutando de Avilés, que el Monte do Gozo espera.

Un matrimonio, Pablo y Teresa, lo fundaron y llevan desde el 2000. «Aquí nació mi padre, el edificio me sirve de homenaje, y quería darle un sentido, una utilidad, vida en definitiva», remarca Pablo. Y vida tiene, desde los desayunos tempraneros a las cenas y espuelas, con bailes y actuaciones musicales los finde. En los fogones Teresa y Magdalena, cocineras de gracia y tronío.

El Camino de Santiago traza un permanente pasaje por la contemplación, el reencuentro personal y el misticismo. Y también por la gastronomía, la tertulia y la fiesta, que no hay yang sin ying.

Ingredientes: 1 lomo de salmón. 3 rodajas de naranja. 1 cucharada de eneldo picado. 1 vaso de jugo de naranja. Aceite de oliva. Sal en flor.

1. En una sartén echamos un chorrín de aceite, apenas, pues el salmón añadirá su propia grasa.

2. Hacemos que dore por ambos lados, usando una llama fuerte, sin dejar que lo haga del todo.

3. Cuando vaya adelantado el proceso de dorado, añadimos tres rodajas finas de naranja.

4. Ya a punto de color, echamos jugo de naranja recién exprimido hasta que le cubra por la mitad.

5. Bajamos el fuego y movemos, permitiendo una cocción suave hasta que el jugo vaya caramelizando.

6. Cuanto tome densidad, echamos la cucharada de eneldo picado.

7. Ya a punto todo, emplatamos primero el salmón, luego la salsa por encima, y por último las rodajas adornando.

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