Borrar
¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO
Familiares y allegados de Silvia se reunieron para velar sus restos en el Tanatorio

La familia de Silvia intentó que rompiese la «tóxica relación» con su presunto asesino

«No conseguíamos que lo dejase de ver, siempre acababan volviendo; no podíamos con ella», lamentó el padre de Silvia, de 34 años

Olaya Suárez

Miércoles, 16 de marzo 2016, 02:42

«El amor no es algo que se deba sentir, sino que se siente sin querer». El último estado de 'whatsapp' que Silvia Hernández Álvarez dejó escrito el 17 de febrero, casi un mes antes de ser asesinada, representa la «relación tóxica» que mantenía con Celestino G. V. desde hacía unos tres años. El calificativo de «tóxica» lo pone su propio entorno. Sus padres y amistades trataron en vano de convencerla para que rompiera los lazos que la mantenían unida a su supuesto asesino, un hombre de 46 años, viudo desde hacía siete y padre de una hija adolescente.

«Lo conoció en el barrio, en Roces, donde vivían los dos, y desde el principio fue una relación de idas y venidas, con líos constantes y siempre con historias y broncas. Le decíamos que no lo volviese a ver porque solo le traía problemas, pero no hacía caso. Era una relación tóxica, y mira cómo ha acabado...», lamentaba ayer a las puertas del tanatorio Ignacio Javier Hernández, el padre de la víctima, quien pide «que se haga Justicia y pague por lo que ha hecho».

Silvia Hernández Álvarez tenía reconocida una incapacidad del 70% por una minusvalía psíquica. El lunes por la mañana Celestino, 'Tino', llamó al 112 para alertar de que la chica estaba inconsciente y no se despertaba. Cuando los sanitarios y la Policía se personaron en el piso de la calle de los Carpinteros solo pudieron certificar su muerte. Tenía dos puñaladas en el costado y el análisis forense permitió determinar que el fallecimiento se había producido un día antes. Había convivido con el cadáver más de 24 horas. Entró y salió de la vivienda, sin levantar las sospechas de sus vecinos, que pese a que la madrugada del sábado al domingo escucharon una fuerte discusión entre ambos, otra más, no sospechaban el trágico final que había corrido la joven.

No era ni la primera ni la segunda vez que los policías intervenían en el piso. La terrible novedad era la presencia del furgón funerario. Ambos tenían en su haber hasta cinco detenciones anteriores por agresiones, violencia doméstica y malos tratos. Incumplieron de forma sistemática las órdenes mutuas de alejamiento que les impedían acercarse el uno al otro. Un ni contigo ni sin ti que no podían detener ni los padres ni los amigos ni tampoco los abogados que asistieron numerosas veces a la chica en los continuos pasos por el juzgado. Los primeros problemas llegaron en julio de 2013. En esa fecha ambos fueron detenidos por sendas agresiones. Les impusieron a cada uno de ellos una orden de alejamiento con vigencia de dos años. La medida de protección expiró el pasado 4 de julio de 2015. En septiembre de 2013, apenas tres meses después del primer altercado, un nueva trifulca entre los dos acabó con sendas detenciones y posteriores condenas: a ella por agresión y a él por incumplir la orden y acercarse al domicilio familiar de Silvia. Es entonces cuando a ella le alargan la medida de alejamiento hacia Celestino hasta el 24 de noviembre de 2015. El año 2014 transcurrió con una aparente tranquilidad. «Pasaba periodos en casa de la madre y otros en casa de él. No conseguíamos que lo dejase de ver por más que lo intentábamos, no podíamos con ella», admite su padre.

Intento de estrangulamiento

El 10 de julio de 2015, seis días después de que para él finalizase la vigencia de la orden -a la mujer todavía le quedaban cuatro meses más para poder acercarse a su pareja o expareja- los vecinos de la calle de los Carpinteros alertaron a la Policía por una fuerte discusión. Cuando los agentes llegaron, ambos se encontraban en estado de embriaguez y Silvia, presa de un gran estado de nerviosismo, les contó que su compañero sentimental la había intentado estrangular.

Se desdijo luego de sus palabras ante la jueza de Violencia de Género y negó que la hubiese agredido. El procedimiento por la supuesta agresión quedó archivado por falta de pruebas de cargo. Sin embargo, a Silvia le abrieron una causa paralela por un nuevo quebrantamiento de la medida de alejamiento. Ese juicio estaba previsto que se celebrase el próximo 28 de junio en Penal número 2. Ese mismo día que se negó a comparecer ante la jueza, regresó con una amiga al piso de Celestino. Su amiga, al ver que tardaba y no podía contactar con ella, llamó a la Policía. Los agentes comprobaron que se encontraba en perfecto estado. Pero había vuelto a un incumplir la orden.

Explica su entorno que una de las obsesiones recurrentes de Silvia era la posibilidad de tener que ingresar en prisión en los próximos meses por los quebrantamientos de condena. No soportaría estar lejos de 'Tino'.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio La familia de Silvia intentó que rompiese la «tóxica relación» con su presunto asesino

La familia de Silvia intentó que rompiese la «tóxica relación» con su presunto asesino