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Furgón de la Guardia Civil en el que trasladan al violador confeso al centro penitenciario de Asturias.
El violador de Gijón se entregó al saber que la Policía lo tenía acorralado

El violador de Gijón se entregó al saber que la Policía lo tenía acorralado

P. F., de 28 años, confesó, pero alegó estar borracho cuando agredió a la víctima en su coche. Esa noche tuvo trifulca con varios taxistas

OLAYA SUÁREZ

Miércoles, 22 de marzo 2017, 01:52

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Regresaba de madrugada andando hacia su casa en el barrio de Nuevo Roces después de que varios taxistas se hubiesen negado a subirlo al vehículo dada la agresividad y el estado alcohólico que presentaba. Cuando caminaba por la carretera Carbonera, en Contrueces, la fatalidad quiso que a su lado un vehículo se detuviese en un semáforo. Entonces miró al interior y vio a la mujer que se encontraba al volante y se dirigía a supuesto de trabajo como limpiadora. Según el relato de la víctima, P. F., de 28 años, entró sorpresivamente en el coche abriendo la puerta del copiloto y con una navaja en la mano la obligó a conducir hasta un descampado cercano. Allí la violó dos veces, tal y como adelantó EL COMERCIO.

El presunto autor de la agresión sexual se entregó el lunes por la tarde en la Comisaría de la Policía Nacional acompañado de un abogado particular. Se sabía acorralado por los agentes que le seguían la pista desde hacía días. La investigación se puso en marcha el martes, después de que la afectada denunciase la brutal agresión. Ella misma aportó una descripción física que fue determinante a la hora de identificar al sospechoso: se trataba de un hombre con acento español, de complexión atlética, moreno y que llevaba varias pulseras de cuero en las muñecas y un pendiente en la oreja.

Los agentes de la UFAM (Unidad de la Familia y Mujer) de la Brigada de la Policía Judicial de Gijón iniciaron las pesquisas de forma inmediata para intentar identificar al agresor. Los trabajos les llevaron a conocer que esa misma noche, la madrugada del día 14, un individuo que se ajustaba a las mismas características que el violador había tenido problemas con varios taxistas en paradas de El Llano y también en Contrueces. El lunes por la tarde, P. F. se entregó en las dependencias policiales al saber que le seguían de cerca sus pasos.

En sus declaraciones realizadas tanto en la Comisaría como en el juzgado de guardia, manifestó que se encontraba bajo los efectos del alcohol y que no era responsable de sus actos en esos momentos. «Había bebido mucho, no sé qué me pudo pasar», dijo el detenido, que permaneció en los calabozos de la Policía Nacional desde la tarde del lunes hasta que a media mañana de ayer fue trasladado al Palacio de Justicia para pasar a disposición del juzgado de Instrucción número 3, en funciones de guardia.

De bares por la noche

Asistido por el mismo abogado con el que compareció en la Comisaría, reiteró su versión ante el juez sobre los supuestos efectos de la bebidas alcohólicas que le anularon la voluntad. Según señaló, había estado en varios establecimientos hosteleros de la ciudad hasta bien entrada la madrugada y cuando se dirigía caminando a su casa en Nuevo Roces se encontró con el coche de la mujer. La elección de la víctima fue al azar. El hecho de que el coche no tuviese accionados el sistema de cierre de seguridad de las puertas posibilitó que entrase en el vehículo y a punto de navaja obligase a la mujer a conducir hasta un descampado cercano a Roces, donde llevó a cabo la agresión bajo amenazas verbales y con el arma blanca que portaba.

El individuo tiene antecedentes por delitos de lesiones. Los investigadores pusieron la mirada sobre él después de que varios vecinos de Nuevo Roces asegurasen a los agentes que habían visto en los últimos tiempos a un joven merodeando por el barrio con actitud sospechosa que se ajustaba a la descripción aportada por la víctima de la violación. Incluso algunos testigos manifestaron que habían presenciado cómo esa misma persona se masturbaba en la calle en presencia de mujeres, a las que llegó a seguir hasta el portal.

Prisión comunicada y sin fianza

El titular del juzgado de Instrucción número 3, a petición de la fiscalía, dictó el auto de ingreso en prisión, comunicada y sin fianza por un delito de agresión sexual consumada. La gravedad de los hechos que se le imputan, así como el riesgo de fuga y la posibilidad de que vuelva a reincidir, motivaron la decisión de la acusación pública y la autoridad judicial. P. F. fue reconocido por la víctima, la cual no dudó en indicar que se trataba del mismo individuo que la madrugada del martes de la semana pasada la abordó cuando se dirigía a trabajar.

El juzgado inicia así el procedimiento de instrucción en el que se irán dando varios pasos, como la nueva declaración de la denunciante en la sede judicial, los informes médicos y forenses de la víctima y el estudio forense del acusado.

La detención del presunto violador ha servido para devolver la tranquilidad a la ciudadanía. La noticia de la violación, publicada la semana pasada por EL COMERCIO, causó gran alarma dado el inusual y grave modus operandi utilizado por el atacante para abordar a una víctima que seleccionó al azar.

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