3.600 menús de catering al día en los colegios
La Federación de Padres ha pedido a las AMPAS que «verifiquen el cumplimiento» de la calidad estipulada. El 30% de los alumnos de centros públicos comen platos que han sido elaborados por una empresa
OLGA ESTEBAN
GIJÓN.
Lunes, 9 de diciembre 2019, 16:18
Un tercio de los alumnos de los colegios públicos de Gijón come cada día en el comedor escolar. La mayoría son fijos, de lunes a viernes, aunque también hay un pequeño porcentaje de esporádicos (solo se quedan algún día de forma excepcional) y habituales (es normal que coman en el colegio uno o varios días todas las semanas).
En total, en los colegios públicos de la ciudad, en las etapas de Infantil y Primaria, se sirven cada día 3.609 menús servicios por la empresa de catering que tiene adjudicado el servicio. Suponen un 30% del total de alumnado de esta red. A eso se suman los 353 desayunos que se sirven también a diario. Las cifras vienen incluidas en el contrato de concesión del servicio de comedor escolar en Gijón.
A esos 3.600 habría que añadir algunos cientos más, los alumnos de los colegios Tremañes, Cabueñes, Alfonso Camín y Jacinto Benavente. Buena parte de sus estudiantes comen también a diario en el colegio, pero en su caso no lo hacen de catering, sino los menús que cocinan allí mismo sus cocineros. En el Jacinto Benavente, por ejemplo, David Blanco y Begoña Suárez elaboran cada día, en la cocina del colegio, la comida para más de 230 alumnos.
En el Alfonso Camín se quedan a comer más de la mitad de los 570 alumnos matriculados. En Tremañes, unos 120 de los 220 estudiantes.
Son los únicos colegios que mantienen sus cocinas, que dependen del Principado de Asturias. «Son lo que se denominaba colegios de concentración, que acogían a alumnado de las zonas rurales», explican desde el sindicato ANPE. En esos casos, los menús son supervisados por el Principado e incluso por los centros de salud. Las familias pagan unos 64 euros al mes. Este sistema se usa también en muchos colegios concertados de la ciudad.
En el resto, el debate sobre el servicio y la calidad se ha reabierto en las últimas semanas, a raíz de la nueva adjudicación, a la empresa Serunión, que supondrá un aumento en el precio «desmesurado», en palabras de las propias familias. La cuestión es que van a pasar de pagar 66 euros a abonar 91,64, lo que ha obligado incluso al Ayuntamiento a abordar un cambio en las bases para la concesión de becas, ya que se plantea necesario cubrir las nuevas cifras.
Ese aumento de precio ha llevado a cuestionar de nuevo todo el sistema: el hecho de que la comida sea preparada a muchos kilómetros, la cadena de frío, la forma de calentarla en los centros, su calidad, variedad, los productos que se usan... No se trata, ni mucho menos, de un sistema nuevo en la ciudad.
De hecho, la mayoría de los colegios públicos abrió sus comedores ya para atender el servicio de esta forma. Son pocos los que han perdido sus cocinas y, pese al mensaje lanzado ahora por algunas voces solicitando la reapertura de las cocinas, parece algo complicado. Las que hubo son ahora aulas, bibliotecas...
Todos los sectores implicados han mostrado cierta preocupación en las últimas semanas. La Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPAS) de centros públicos, Fapas Xixón, pidió primero una reunión con el Ayuntamiento. Más tarde, su presidente, Juan Luis Castañón, pidió abiertamente a las AMPAS que «verifiquen el cumplimiento» de las condiciones del contrato para el servicio de los comedores, que comprueben que la calidad de los platos es la prometida.
Lo hizo Castañón en un coloquio sobre el asunto que organizó el Movimiento Social por la Escuela Pública. Padres, docentes y médicos reclamaron menús con productos autóctonos, algo que contempla el nuevo contrato. «No tiene sentido que una manzana recorra 800 kilómetros en camión para servirse en un comedor asturiano», dijo el pediatra Andrés Meana en aquel encuentro. Algunas familias llegaron a poner en marcha recogidas de firmas en contra de la subida del precio, iniciativa que finalmente quedó en suspenso. En este sentido, la entrada de Serunión en el servicio y, por lo tanto, la entrada en vigor de la subida de precios, se retrasa. Cuando esto suceda el servicio se incrementará unos 25 euros mensuales (un 39%), pasando de 66,02 euros a 91,64 euros
Dos de las empresas que habían participado en el procedimiento de concurso presentaron recursos contra la adjudicación a Serunión. Desde la empresa ganadora advirtieron de que si eso sucedía todo se retrasaría hasta finales de año o incluso principios de 2020. El pliego de condiciones especifica que habrá verduras y hortalizas dos o tres veces por semana, legumbres una o dos veces y un día hidratos de carbono. Todo, en primeros platos exentos de proteína animal. De segundo, carne dos veces, otras dos pescado y uno huevo. De postre, fruta al menos cuatro días y solo uno, como máximo, yogur natural.
Están descartados, además, los alimentos precocinados, con grasas vegetas o cocinados «mediante fritura por inmersión».
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