La acusada de matar a su bebé en Roces se enfrentará a un jurado popular tras acabar la instrucción

Concluye la fase de instrucción del crimen del bebé hallado en un contenedor en Nuevo Roces y se da traslado a la Audiencia Provincial para la elección del jurado popular encargado del juicio al que será sometida la madre del niño, Silvia A. M. La fiscalía pide para ella la pena de prisión permanente revisable.

La titular del juzgado de Instrucción número 2 de Gijón ha dado por finalizada la fase de investigación judicial, quince meses después de que el recién nacido fuera hallado cosido a puñaladas dentro de un contenedor de basura de la calle de Jenaro Suárez Prendes. Las arduas investigaciones realizadas por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional concluyeron semanas después que la supuesta responsable del horrendo asesinato vivía justo frente al contenedor al que habría arrojado a su propio hijo. Se trataba de una joven de 29 años que habría ocultado su embarazo a su entorno más próximo, incluso a su pareja sentimental, con quien convivía. El joven fue también arrestado junto a ella por una supuesta responsabilidad criminal en torno a lo sucedido, si bien, en el transcurso de la instrucción la jueza lo dejó libre de cargos. La fiscalía no apreció tampoco indicios de delito. El padre del niño muerto ejerce ahora la acusación particular contra la que era su novia desde hacía ocho años. Silvia A. M. afronta ahora la máxima pena de cárcel recogida en el Código Penal, la prisión permanente revisable.

La acusación pública considera probado que tuvo al bebé sola en su casa y que lo mató a continuación de 53 puñaladas. Luego lo metió en una mochila y lo arrojó al contenedor instalado justo frente a su domicilio. Aún tenía el cordón umbilical colgando y restos de la placenta. Es considera autora de un delito de asesinato con alevosía, «al ser la víctima especialmente vulnerable por razón de su edad».

«En el momento de los hechos su pareja se encontraba en el trabajo y le mintió por teléfono y cuando volvió a la vivienda, ya que le dijo que la sangre que había por distintas zonas de la casa era a consecuencia de un sangrado masivo que había sufrido por un quiste en un ovario. Tras la exploración ginecológica con posterioridad al hecho realizada a la acusada por el servicio de ginecología del HUCA se comprobó que no tenía ningún quiste en los ovarios», concluye el ministerio fiscal. La mujer, de 29 años, no presenta ninguna patología psiquiátrica, según los forenses que evaluaron su estado mental. Una vez que el caso se encuentra ya en la Audiencia Provincial, el siguiente paso será la selección del jurado popular que se encargará de juzgarla.