Agreden a un conductor en Gijón que recriminó acciones temerarias

Andrew Wadsworth, inglés afincado en Gijón desde hace diez años, fue agredido supuestamente por un conductor en Tremañes, a la altura de la rotonda de la AS-19, en la esquina con la avenida del Transporte. «Fue un susto tremendo», asegura a EL COMERCIO, sobre el incidente que ocurrió el miércoles en torno a las 17 horas.

En su relato, Wadsworth describe que el agresor iba en un Seat León Blanco dando bandazos por la carretera. «En un momento que casi nos pusimos en paralelo, intuí que estaba sacándose un selfie», advierte. Cuando golpeó dos veces el claxon para llamar su atención «de forma muy tímida porque no soy una persona agresiva», el agresor comenzó a realizar aspavientos y frenazos temerarios al volante. «A partir de ese momento, el chico perdió los papeles completamente», señala. Su actitud prosiguió durante varios metros y Andrew intentó adelantarlo en varias ocasiones, pero el individuo le cerró el paso en todos sus intentos. «Fue un milagro que no hayamos chocado».

Cuando la carretera se estrechó, y todo según su relato, el agresor detuvo su vehículo y se dirigió hacia él gritándole: «Te mato, te mato». Cuando llegó a su altura, rompió la ventanilla del vehículo de un puñetazo. Los fragmentos de cristal le provocaron numerosos cortes en la cara. Tras provocarle las lesiones, el individuo huyó del lugar de los hechos. La víctima asegura que el agresor presentaba síntomas de embriaguez.

Andrew Wadsworth tuvo que ser atendido por los sanitarios y sus cortes en la cara requirieron que fuera trasladado al Hospital de Cabueñes para su cura. Al abandonar el centro hospitalario, se dirigió a la Comisaría de la Policía Nacional para presentar una denuncia. No haber tomado nota de la matrícula del vehículo dificulta, según informaron las fuerzas de seguridad, la identificación del agresor. No obstante, los investigadores confían en que las cámaras de seguridad de la zona hayan captado imágenes del vehículo. La investigación permanece abierta.

«Ojalá lo atrapen pronto, porque es un peligro para conductores y peatones», advierte Andrew, que ya se recupera de sus heridas.