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María Cienfuegos-Jovellanos, médica especialista en geriatría y secretaria de la Asociación de Centros de Día. CAROLINA SANTOS

María Cienfuegos-Jovellanos: «Aislar a los usuarios de geriátricos es convertirlos en ciudadanos de tercera»

María Cienfuegos-Jovellanos, médica especializada en atención geriátrica ·

«Tras el confinamiento nos hemos encontrado a personas mayores, que antes eran autónomas, con graves problemas de salud y depresión»

CHELO TUYA

gijón.

Lunes, 17 de agosto 2020, 00:08

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Se quita la mascarilla solo para la foto, porque como médica, especializada en Geriatría, conoce bien la COVID-19. Séptima generación del ilustrado gijonés por excelencia, María Cienfuegos-Jovellanos (Gijón, 1964) exprime las horas para dirigir su centro de día, prestar asistencia médica en la Residencia Mixta de Pumarín, asistir a reuniones de la Asociación de Centros de Día, actualizar su formación... Incluso en pleno confinamiento en casa, su pulsera de actividad no bajó de los 8.000 pasos. Un confinamiento que, asegura, dañó a los mayores. Y no quiere repetir.

-Ha sido muy crítica con el protocolo de la Consejería de Salud que obliga a confinar a los usuarios de geriátricos ante cada caso que se sospeche positivo.

-No solo yo. Toda la comunidad gerontológica coincide en que no se puede volver a confinar a los mayores. Sobre todo, a los que viven en residencias, a los que con el aislamiento se les ha convertido en ciudadanos de tercera.

-¿La salud no es lo primero?

-La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que una persona sana es la que tiene bienestar físico, psíquico y social, no la que no tiene enfermedad. Con el aislamiento al que hemos sometido a las personas mayores se les ha hecho mucho daño.

-Usted lo ve a diario en la Residencia Mixta de Pumarín, donde trabaja como doctora, y en el centro de día que dirige.

-Exacto. Tras el confinamiento nos hemos encontrado a personas mayores, que antes eran autónomas, con graves problemas de salud y depresión. Ha habido varios casos de personas que vivían solas, en sus domicilios, y que tras el confinamiento han tenido que ingresar en una residencia, debido a su deterioro. Pero en las residencias ha sido peor.

- ¿Por qué?

-Porque se han vulnerado sus derechos. ¿Nos imaginamos que, de repente, por un positivo en nuestro portal, nos confinaran a todos los vecinos en un mismo piso, no en el nuestro, nos dejaran en bata y camisón y nos prohibieran cualquier contacto con el exterior? Pues eso es lo que las autoridades sanitarias han hecho con las personas que residen en geriátricos. Se nos ha olvidado que son sus casas y que tienen los mismos derechos que quien vive en su domicilio.

-¿Cuál es la alternativa?

-La misma que se plantea para las personas que viven en sus casas: mascarilla, higiene, distancia de seguridad. Pero libertad para entrar y salir. Para ver a la familia. En la Mixta, hay muchísimas personas autónomas, que entran y salen a diario. ¿Por qué confinarlas cuando se sospecha que alguien, en otra planta y con quien no tiene contacto, ha dado positivo?

-La Mixta, la residencia más grande de Asturias, ha salido libre de contagios.

-Por suerte. No digo que las cosas no se hagan bien, en la Mixta las habitaciones son individuales y la división en plantas permite la separación, pero en esto de los contagios hay un alto componente de suerte. En la Mixta somos cuatro médicos trabajando en primera línea, pero nadie nos ha pedido nuestra opinión. Solo nos han dado órdenes.

Falta de unión

-Es miembro de la directiva de la Asociación de Centros de Día.

-El día en que bajé la persiana obligada a cerrar tuve que mirar para otro lado para no llorar.

-¿Tan duro fue?

-Hasta junio estuvimos cerrados por decreto. Ahora, ninguno hemos podido abrir al cien por cien, porque nos obligan a ampliar espacios. Pero, lo peor ha sido ver el deterioro de nuestros usuarios. Aunque estábamos en contacto permanente con ellos, se ha notado que no han hecho terapia. Y que han estado solos. Como cuando estudiaba Medicina.

-¿Qué pasó?

-Eran los años en los que empezaba el sida. A los enfermos se les señalaba con una carpeta roja. Ahora estamos haciendo lo mismo con las personas contagiadas.

-Los centros de día iban a ser el servicio estrella de la Ley de la Dependencia. ¿Qué pasó?

-Lo mismo que ahora: que no hay unión. Las consejerías de Salud y de Servicios Sociales tienen criterios diferentes. En la pandemia, Salud se ha impuesto. Por no hablar de que se fomenta la guerra entre lo público y lo privado.

-¿En qué sentido?

-Asturias da más ayudas para utilizar los centros de día públicos que los privados. Incluso ahora, que solo hemos abierto los privados. En las residencias, lo mismo. Si lo que pasó en la residencia pública de Grado hubiera pasado en una privada, la habrían cerrado.

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