Crsisi de gobierno en Gijón
Álvarez Rouco, sobre Óliver Suárez: «Solo la dirección desautoriza sus decisiones»La portavoz municipal no aclaró qué pasará con el edil que manifestó su alejamiento con los postulados del partido
Al tercer día, la dirección de Vox se pronunció. Desde que el sábado a mediodía el edil Óliver Suárez manifestase -leyendo un comunicado- su distanciamiento con el partido en asuntos como el FICX, se impuso el silencio. Hasta ayer, aunque no se aclaró mucho más. La portavoz municipal (que también es vicepresidenta autonómica), Sara Álvarez Rouco, resumió el último capítulo de esta crisis de gobierno local con un «nadie excepto la propia dirección de Vox está capacitado para desautorizar las decisiones tomadas». Así que, quien estuviera esperando por la expulsión de Óliver Suárez como siguiente jugada de la partida, cuando menos, tendrá que esperar. La otra opción es que él mismo se vaya del partido o que, con un pleno a la vuelta de la esquina (mañana), se fuerce su salida a través de alguna votación.
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Tampoco quedó muy claro si es lo que tiene en mente la concejala porque, como su compañero, no admitió preguntas, a pesar de que la convocatoria rezaba 'rueda de prensa'. Lógicamente, esta vez no estaba el concejal díscolo. Tras el atril, además de la propia Rouco, los diputados Carolina López y Javier Jové. A Óliver Suárez no lo citaron en ningún momento, aunque se sobreentiendiese que hacia él iba dirigida la comparecencia. «Se equivoca quien emite esas desautorizaciones incongruentes. Son injerencias fuera de lugar».
Lo que ayer se insistió fue en recalcar una versión de la historia, la de Vox y los porqués de su salida del gobierno. Se volvió a hablar del FICX y también de los impuestos, que es lo que realmente ha molestado en la formación. Y sobre todo lo que tiene que ver con conseguir cargos, Sara Álvarez Rouco, repitió hasta por dos veces: «Vox no entró en el gobierno de Gijón con el fin de gestionar gerencias de empresas municipales».
Cree que su expulsión -a la que la concejala se refiere como «interrupción del acuerdo de gobierno en el tripartito- ha traído «consecuencias indeseables tanto para el mandato de la ciudad como para la dinámica de trabajo seguida hasta ahora por Vox».
Pero con lo que está especialmente molesta es con lo que desencadenó su intención de cambiar el FICX. Una rueda de prensa, por cierto, donde asistió junto a ella, quien ahora critica lo dicho allí, Óliver Suárez. La concejala no se ha movido de su postura. De hecho, se mantiene en que tiene razón en proponer cambios y lo justifica diciendo que Foro ya intentó hacerlo en el primer mandato de Carmen Moriyón. «Desmontó el FICX por considerarlo 'demasiado underground y contaminado políticamente', aunque después no lo consiguiese y se retractase», señaló.
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Pero, aunque son los expulsados, Álvarez Rouco reitera lo ninguneados que se sintieron con la redacción de las ordenanzas fiscales. Recuerda que en el acuerdo firmado con Foro se decía habría bajadas del IBI, y que ahora nunca se les ha consultado sobre ello. «Este era un compromiso de mandato frente a las políticas recaudatorias de las izquierdas y tanto Foro como PP se lo han saltado traicionando a los gijoneses», señaló Álvarez Rouco. Por ello, prosiguió: «Es algo que debe hacerse público porque es el colmo del cinismo que a continuación se esgrima este incumplimiento como motivo para romper con Vox».
Para tranquilidad de quien crea que ahora el gobierno se enfrenta a la inestabilidad de no tener la mayoría, lo que les dice Álvarez Rouco es que «Vox no va a propiciar el retorno de las izquierdas ni de otras posiciones políticas que las favorezcan en Gijón». Esto no quiere decir que vayan a votar como si nada hubiera pasado, solo, como dijo la semana pasada «cuando sea por el bien de los gijoneses».
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