Crisis de gobierno en Gijón
Moriyón agradece la postura de Óliver Suárez «contra la destrucción del FICX»La alcaldesa de Gijón reitera que «Vox había puesto en marcha una emboscada sin avisar al equipo de gobierno»
Hoy se cumplen seis días desde que se abriese la crisis de gobierno con la expulsión de Vox del tripartito. ¿Se han movido mucho o poco las cosas en estos tiempos acelerados? Pues depende. Lo que ha quedado zanjado es cualquier intento de reconciliación entre las partes. En ese punto, la regidora Carmen Moriyón ya fue clara desde el primer día. No quiere saber nada de Vox. Por eso de los tiempos, hasta la fecha tampoco ha habido ninguna votación en la que el ahora bipartito necesitase echar cuentas y buscar votos al estar en minoría. Si nada cambia, la primera prueba será mañana, en el pleno de este mes, aunque con ninguna votación con suficiente trascendencia para medir la temperatura.
La otra vía abierta es si el gobierno podría volver a garantizarse los 14 votos de la mayoría absoluta rescatando al edil de Vox, Óliver Suárez, para sus filas. Por lo pronto, él desautorizó a la portavoz municipal, Sara Álvarez Rouco, el sábado leyendo un comunicado. Marcó distancias con el partido, y ayer Carmen Moriyón, movió ficha agradeciendo el gesto. «Valoró muy positivamente que haya desautorizado a su partido, posicionándose en contra de culminar la operativa de destrucción del FICX», dijo la alcaldesa, quien insistió en que Vox «había puesto en marcha una emboscada» sin avisar al equipo de gobierno y sin trasladar que querían cambios. Tampoco fue más allá. Este es un asunto que, en primera instancia, tendrán que resolver en Vox, que ayer rompió su silencio sin aclarar si van a expulsar a Óliver Suárez o no. La otra opción es que se vaya él, convirtiéndose también en concejal no adscrito -como lo fue Alberto López-Asenjo buena parte del mandato anterior- o, directamente, entregue el acta.
Como eso es una guerra que de momento no es suya, y los votos aún no apremian -aunque en breve llegarán las ordenanzas fiscales y los presupuestos-, la regidora prefirió centrarse en lo que sí es suyo: las competencias. Dijo que se queda Festejos, y anunció que «creo que las voy a tener una buena temporada», descartando que pueda ir a otro edil de Foro en el corto plazo. Lo mismo sucede con la presidencia de Divertia.
Moriyón, a Floro (PSOE): «Aunque haya empezado a insultarme, no me va doblegar ni un ápice, ni a desestabilizar»
También aprovechó para comunicar que la edil de Seguridad Ciudadana, la forista Nuria Bravo, pasa a ocupar un puesto en la junta de gobierno, una vez que ha salido la concejala de Vox, Sara Álvarez Rouco. Un movimiento, dicho sea de paso, que no ha sentado nada bien en el PP, quien a través de la vicealcaldesa trasladó que no había sido informada de esta novedad.
Junto a los agradecimientos y los anuncios, la tríada se completó con la crítica. Carmen Moriyón no ocultó su enfado con el portavoz municipal del PSOE, Floro, al que le dijo que «por más que haya empezado a insultarme, no me va a doblegar ni un ápice, ni me va a desestabilizar ni a mí ni a mi gobierno». También pidió a los socialistas que «interioricen la doctrina de Pedro Sánchez, que esto no va de que gobierne la lista más votada sino el que logra más apoyos, aunque haya que ir a buscarlos fuera o cambiar la Constitución».
El siguiente capítulo de la historia se visibilizará hoy cuando el portavoz de gobierno y la vicealcaldesa comparezcan juntos tras la reunión de la junta de gobierno, y la foto conjunta, de familia, y en la misma bancada derecha -porque eso no cambia-, mañana en el pleno.