La ampliación de la ORA afectará a 75 calles de Gijón

La propuesta de ampliación de la ORA incluida en la versión inicial del nuevo Plan de Movilidad -un documento que estará abierto a alegaciones durante un mes y medio desde el momento en el que el Ayuntamiento pueda recuperar la normalidad tras el ataque informático que sufrió el 19 de abril- plantea la extensión del estacionamiento regulado a 75 nuevas calles o tramos de calle en los que ahora el aparcamiento sigue siendo libre y gratuito. En concreto, serán 20 calles de El Coto, 24 de Ceares, 35 de El Llano y tres de Poniente -algunas se prolongan a lo largo de dos barrios diferentes-, si bien en este último caso habrá que sumar en el futuro los viales que se creen con la urbanización de los terrenos del 'solarón', desde Carlos Marx hasta El Humedal.

En total, se pretenden generar 6.807 nuevas plazas de pago, pasando de las 4.693 actuales a un total de 11.500 en un horizonte que el documento fija como tope en 2030. Serán más de las que tenía la ORA en 1996, cuando se creó y encargó a la Empresa Mixta de Tráfico de Gijón (EMTG) el control de estos aparcamientos. Entonces se contaban casi 7.300 aparcamientos de zona azul, cifra que por la peatonalización de calles, ensanche de aceras y otras actuaciones diversas se ha visto reducida ya en un 35%, sin contar los aparcamientos de larga estancia que la EMTG gestiona en el solar de Peritos y el entorno del Albergue Covadonga.

Actualmente, la ORA se extiende por los barrios de Cimavilla, Centro, La Arena y Laviada, en un área delimitada por el sur por Pablo Iglesias, Manuel Llaneza y Carlos Marx; por el este por la avenida de Castilla y por el oeste por Dionisio Fernández-Nespral, frente al Museo del Ferrocarril. A esto hay que sumar la totalidad de la avenida de los Hermanos Felgueroso, también de pago a pesar de estar fuera de esa área. El planteamiento que recoge el documento aprobado por la junta de gobierno, y elaborado por las empresas Doymo y Antea, pasa por crecer hacia el sur y ligeramente hacia el oeste, quedando el nuevo perímetro marcado -de este a oeste- por Anselmo Solar, Quevedo, Fuente del Real, Pérez de Ayala, Carlos Marx y la plaza del padre Máximo González.

En algunas calles esta ampliación supondrá extender la presencia de los parquímetros a tramos que ahora carecen de ellos. Es el caso de Cabrales, actualmente con zona azul desde el Muro hasta Pablo Iglesias pero con plazas blancas entre Pablo Iglesias y Campo Sagrado. Y el de otras calles como Caveda y Saavedra, para las que Manuel Llaneza marca en la actualidad el límite entre el estacionamiento regulado y el de uso libre. Pero también se sumarán otras vías por las que ahora no pasan las rutas de los controladores de la ORA, desde largos ejes como Feijoo, Balmes y San José a calles más pequeñas como Bobes, Larra, Campoamor y Tirso de Molina.

En la futura ORA, además, se diferenciarán cuatro tipos de plazas: azules, verdes, naranjas y rojas. Sus características vienen ya definidas en la ordenanza de Movilidad que entró en vigor el año pasado, pero es en el Plan de Movilidad donde por primera vez se fija sobre plano el área que abarcará cada uno de ellos, o al menos los tres que serán más comunes en el casco urbano. Casi la totalidad de la actual zona de estacionamiento regulado, a excepción del barrio de Laviada y una parte del Centro -la situada al sur de la avenida de la Costa desde Begoña hasta la Acerona-, pasará a ser zona verde. Eso implica que el tiempo máximo de estacionamiento será de dos horas, sin posibilidad de sacar un nuevo tique para el mismo sector una vez agotado ese tiempo, y el precio ligeramente superior al de la zona azul -las ordenanzas fiscales vigentes lo fijan en 1,25 euros por cada hora-. También serían zona verde las calles de nueva incorporación en el entorno de Poniente y los terrenos del plan de vías.

El resto de plazas de pago -en Laviada, El Llano, Ceares, El Coto y las calles del Centro situadas al sur de la avenida de la Costa desde Begoña hasta a Acerona- funcionarían como la actual zona azul, donde ya no existe un tiempo máximo de tiempo de aparcamiento. En ambos tipos de ORA se plantea además reservar un tercio de las plazas para uso exclusivo de los residentes. Estos aparcamientos estarían pintados de color naranja y se distribuirían «homogéneamente» por todo el área de estacionamiento regulado. A ellos habrá que sumar también las plazas rojas, que serían «de alta rotación» y estarían «repartidas por toda la zona ORA, allá donde sea necesario». El plan propone por ejemplo usar esta modalidad en las plazas de carga y descarga, que los transportistas podrían usar en las mismas condiciones que ahora pero que así también quedarían a disposición del resto de usuarios, aunque con un precio muy elevado -la ordenanza fiscal vigente lo fija en 4 euros por hora por las mañanas (de 9 a 13) y de 1,25 por las tardes (de 13 a 20) que limitaría el tiempo de ocupación-.