Desahucio en La Camocha | «Lo teníamos asumido, pero eso no quita que sea una auténtica vergüenza»

Lo tenían asumido desde hace tiempo y ya es una realidad. La administración concursal de la extinta Mina La Camocha consumó en la mañana de ayer un desahucio más en el poblado minero. Lo hizo después del fallido desalojo del pasado 30 de septiembre, el cual se encuentra todavía pendiente de recurso y cuya situación se antoja alarmante ante la falta de alternativa habituacional de su inquilina, una viuda de minero que roza de 72 años.

En este caso, fue el propietario de la vivienda afectada quien entregó, de forma voluntaria, las llaves del inmueble. «No vale la pena resistirse. Lo van a hacer igual», afirmaba resignado junto a su familia. Como es habitual en este tipo de situaciones, dos patrullas de la Policía Local se personaron en la zona para garantizar que el trámite burocrático se realizase de forma tranquila. Junto a ellos, la comisión judicial y el procurador de la empresa, quienes tras informar a los inquilinos, llevaron a cabo el desalojo de forma rápida, para evitar cualquier posible altercado.

A la puerta, representantes vecinales acompañaban a varios de los vecinos, quienes todavía se resisten a asumir los desalojos, especialmente los correspondientes a las personas mayores, los cuales llevan viviendo en las casas desde hace casi medio siglo. «Vamos a seguir luchando. Da igual lo que tengamos que hacer. Lo haremos», afirmaba la viuda de un antiguo trabajador de la mina, incapaz de contener el llanto.

Hasta el momento son dos las vecinas en riesgo de desahucio inminente, mientras otros cinco casos permanencen pendientes de que el administrador concursal y el juez decidan si siguen adelante con el proceso.