Avance en los Campos Elíseos
A la par que en el Palacio de la Música madrileño, se instaló en Gijón el moderno sistema de sonido de la Western Electric
Lunes, 13 de marzo 2023, 01:21
A la altura de las salas de Madrid. Así estaban los Campos Elíseos, o así contamos que estaban, hace ahora 75 años, cuando EL COMERCIO ... anunció que estaba a punto de instalarse en su sala de cine «un modernísimo sistema de sonido» de la Western Electric. La firma americana había provisto a los Campos de los aparatos necesarios para que las películas hablasen desde casi la génesis del sonoro. El primer sistema, que aún funcionaba 16 años después, se había instalado en 1932. Habida cuenta de que desde 1935, con el sistema 'Wide range', se habían venido sucediendo las mejoras, tocaba ya renovarlo. Visitó, para ello, Gijón, un equipo técnico comandado por Miguel Labadía, ingeniero que comentó, para nuestro periódico, en qué consistía el avance en cuestión.
El 'Wide range', según Labadía, había alcanzado «gran difusión en Norteamérica y en algunas naciones europeas. Pero primero nuestra guerra de Liberación» (se refiere, con el lenguaje propio de la posguerra, a la Civil) «y después la mundial impidieron que esta gran mejora llegase a España». No era solo eso. Las limitaciones de la España autárquica también se dejaban sentir, sobre todo, «por las grandes dificultades que existen para la importación». «Pero al fin se ha conseguido traer algunos equipos, y los dos primeros que funcionarán -hoy, precisamente- en España, serán el que acaba de instalarse en este local, y el del 'Palacio de la Música' de Madrid».
Eran, en total, cinco receptores de sonido, que permitían hacer más amplia «la gama de la escala musical, tanto en la zona de los tonos graves, como en la de tonos agudos, en proporción armónica, lo que unido a un aumento de la energía acústica puesta en juego, de dos a tres veces la anterior, da lugar a un sonido pleno y potente por un lado, y lleno de brillantez y rico timbre por el otro». Eso, en lo tocante a la música. El 'Wide range' permitía, además, disfrutar de «lo que técnicamente se llama 'presencia'» en los diálogos, «o sea, realismo y perfecta ilusión de existencia de actores, orquestas, sonidos de animales o cosas». Lo esperábamos con las orejas muy abiertas.
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