Barbón advierte de que «si por cuestiones de salud la Feria no puede celebrarse, no se hará»

La salud será la premisa fundamental para decidir si la Feria Internacional de Muestras se celebra o no este año. El presidente del Principado, Adrián Barbón, aclaró ayer que, a partir de ahora, dicha posibilidad «se va a estudiar con el rigor de que prime la salud sobre cualquier otra cosa», de forma que si llegado el momento «no puede celebrarse, no se celebrará», dijo.

Barbón explicó que el Principado ha esperado a que la Cámara de Comercio de Gijón presentase su plan de contingencia, «como cualquier actividad multitudinaria», para comenzar a analizar la propuesta de apertura del recinto ferial del 1 al 16 de agosto. Ahora, una vez recibida toda la documentación requerida a los organizadores, se tendrá en cuenta lo que sobre ella establezcan los informes de Salud Pública, así cómo el análisis posterior que lleve a cabo el comité técnico integrado por el Principado, la Delegación del Gobierno y la Federación Asturiana de Concejos (FACC).

Serán los representantes de estas tres instituciones los que «adoptarán una resolución al respecto», señaló el presidente durante una entrevista con la cadena Cope. Después, decidirán cuáles deben ser «los requisitos determinantes» para poder desarrollar una nueva edición del evento, siempre dentro de los márgenes de Salud Pública. Requisitos que, posteriormente «deberán valorar los organizadores».

El secretario general de la Cámara de Comercio y director de actividades feriales, Álvaro Alonso, aseguró que la entidad cameral «comparte y apoya» la valoración del presidente del Principado con respecto a la necesidad de poner la salud y la seguridad de visitantes y expositores por delante de cualquier otra cuestión y remarcó que «bajo ese criterio es como se han previsto desde un principio el desarrollo de la Feria de Muestras y el diseño del plan de contingencia que hemos presentado a las autoridades sanitarias». Puso como ejemplo el hecho de que a la hora de fijar los aforos máximos tanto de la totalidad del recinto (14.071 personas) como de los distintos pabellones se optó siempre por el criterio más restrictivo, «hasta tal punto de que se ha dejado a un 35% de la capacidad que permite en condiciones normales nuestro plan de autoprotección».

Como complemento al documento presentado el lunes, en el que se detallan todas las medidas de seguridad que se pretenden aplicar durante la celebración de la Fidma, ayer la Cámara de Comercio entregó al Principado su respuesta al cuestionario de autovaloración del riesgo que se obliga a completar a los organizadores de «eventos y actividades multitudinarias» y cuyo formato aún fue aprobado el pasado viernes por la Consejería de Salud.

Aunque inicialmente los responsables de la Fidma entendían que debían ceñirse a la presentación del plan de contingencia tal como viene estipulado en la resolución sobre medidas de prevención ante la COVID-19 aprobada el 19 de junio -que equipara este tipo de ferias a los centros y parques comerciales-, una vez les fue requerido este nuevo documento «lo cumplimentamos y se lo presentamos sin mayor problema. La relación con el Principado está siendo de máxima coordinación y cordialidad».

En función de las respuestas a los distintos puntos del cuestionario -en total son nueve preguntas sobre asuntos como la capacidad para mantener las distancias entre personas, la duración del evento y el porcentaje de asistentes procedentes de fuera de Asturias- de la autovaloración resulta una puntuación que indica si el evento a estudio tiene un riesgo alto, medio o bajo. «Nuestro resultado encaja en los parámetros que se prevén para poder llevar a cabo la Feria», destacan desde la Cámara.

Una hipotética suspensión de esta cita no solo perjudicaría a los organizadores, sino también a todas las empresas interesadas en participar, de las cuales un 95% ya han ratificado su presencia, según explicó la Cámara de Comercio.

Los últimos estudios sobre el impacto económico de la Feria de Muestras realizada por la entidad cameral cifran en aproximadamente 100 millones de euros la actividad que genera directa e indirectamente el certamen, no solo dentro del recinto, sino en toda la región. Esa cantidad equivalente al 0,5% del PIB de Asturias. La Fidma también crea un 0,45% del empleo equivalente a tiempo completo anual de la región.