«La huelga en los juzgados ha sido muy asfixiante»

-¿Qué balance hace desde la llegada al Decanato?

-Han sido tres años de un trabajo intenso. Ni en el peor de nuestros sueños en 2019, cuando ganamos las elecciones, podíamos imaginar que íbamos a tener que abordar todo esto, como tener que cerrar las sedes y desde mi propia casa gobernar todo un colegio. Tengo que agradecer a la junta de gobierno el esfuerzo y el compromiso que están teniendo en tiempos tan complicados como los que nos han tocado, con la pandemia y, cuando ya salíamos de ella, las huelgas... Estamos cumpliendo con buena parte de los compromisos que habíamos adquirido y seguimos trabajando para cumplirlos todos. Una de las cosas que más nos alegra es que muchos compañeros nos felicitan por la enorme cantidad de información que facilitamos y por el trabajo que estamos haciendo.

-Cuando se estaban recuperando de la pandemia llegó la huelga de Letrados de la Administración de Justicia. ¿Qué ha supuesto para los abogados?

-Cualquier huelga que suponga una paralización del servicio público de Justicia es un problema, principalmente para la ciudadanía. Mucha gente se ve afectada por los retrasos en la celebración de sus juicios, en la adopción de medidas sobre todo en temas de familia, menores, temas de pensiones, indemnizaciones... La huelga de los Letrados de la Administración de Justicia fue una huelga muy asfixiante, hubo un colapso. Lo que no cuestiono nunca es el derecho a la huelga de todo trabajador y tampoco cuestiono las reivindicaciones, lo que sí considero es que nuestros gobernantes tienen que tener altura de miras. Hay que darle al servicio de Justicia los medios humanos y materiales que se necesitan. Si no es así, tendremos un problema y lo estamos teniendo desde hace muchos años. La Justicia no es lo que más preocupa a los gobiernos. El ejemplo más palpable es Asturias, donde ni siquiera existe una Consejería de Justicia. Nos han abocado a una huelga donde la ciudadanía es la principal afectada.

-¿Cómo está afectando en el día a día?

-Han sido meses de parálisis e interrupción de los procedimientos judiciales y con una peculiaridad negativa: no existe una suspensión de plazos como ocurrió en la pandemia. Seguimos presentando, actuando, interviniendo, pero no se celebran ni tramitan muchos actos procesales. La primera consecuencia de esa huelga, aparte de que se necesita un tiempo para poner las cosas en su sitio, es que a nosotros nos está llegando un gran aluvión de resoluciones, de demandas para contestar, de escritos para presentar... Todo eso ni al gobernante ni al huelguista le importa, el único perjudicado de todo esto es el abogado.

-Muchos letrados hablan incluso de problemas para llegar a fin de mes.

-Se debe a que la mayoría de los profesionales cobramos en virtud de resoluciones, por lo tanto la parálisis de la publicación de resoluciones deja a los abogados sin remuneración. Es un problema serio, porque el trabajo está hecho pero no perciben sus honorarios.

-Ahora son los funcionarios y ya está anunciada la huelga de jueces y fiscales. ¿Podrá aguantarlo el sistema?

-La huelga de funcionarios en parte no está teniendo la trascendencia o relevancia que tuvo, sobre todo aquí en Gijón, la otra huelga, pero indudablemente es otro palo que frena la rueda de la Justicia y que no hace más que empeorar la situación. Si el Ministerio de Justicia considera que estos colectivos tienen razón, que por favor, no dilaten las decisiones con pulsos de tira y afloja. Que lo resuelvan ya por el bien de la ciudadanía.

-¿Y los abogados? ¿Serán los siguientes?

-Una huelga de abogados no procede, porque no somos trabajadores dependientes del Ministerio y también porque la ley de asistencia jurídica gratuita es clara: dice que la prestación del servicio de justicia gratuita es obligatorio. Pero nosotros tenemos que seguir reivindicando lo nuestro con la máxima firmeza y con la máxima contundencia.

-¿Cuáles son esas reclamaciones?

-El caballo de batalla siempre es el turno de oficio y la justicia gratuita. Mantenemos una relación constante con la Viceconsejería para analizar los problemas, que van más allá de lo meramente retributivo. A nivel de retribuciones se pueden y deben aumentar algunas cuantías, como los conceptos de baremos del alcance de los trabajos. Hemos conseguido que los baremos retributivos se actualicen de forma automática con arreglo a las subidas de los propios funcionarios, lo que viene a dar una garantía de cierta estabilidad.

-¿Se han dado pasos en la digitalización de los procesos de trabajo?

-En materia digital una de las cuestiones principales es la aplicación del principio de orientación al dato, Esto es, todos los expedientes que se formulaban en papel y de los que no se extraía ninguna información, ahora van a ser datos que la administración va a tener a su disposición para establecer políticas activas. Por poner un ejemplo, saber dónde hace falta un juzgado. Para la abogacía lo más importante es el expediente electrónico digital y la visualización del mismo a través del visor Horus, lo que va a permitir acceder al expediente, visualizar los documentos y descargarlos. En materia penal es muy importante porque en la instrucción no siempre recibes todas las notificaciones del juzgado.

-¿Cuándo va a llegar a Asturias?

-El problema es que determinadas herramientas no son del Ministerio, sino de la comunidad autónoma. El Principado está ya trabajando para poder implantarlas, que es en lo que estamos trabajando con el director general de Informática del Principado y con el equipo técnico para que se pueda implantar ya de una vez por todas aquí. Otra herramienta interesante que está pendiente de su implantación, ya que hasta ahora solo está en dos juzgados de Asturias, es el Escritorio Virtual de Inmediación Digital (Evid), que va a permitir realizar actuaciones en el juzgado sin necesidad de acudir a él.

-Y las demandadas videoconferencias de los abogados con los internos en prisión...

-Sí, es un proyecto importante e ilusionante porque va a permitir poner en marcha un mecanismo de relación con nuestros clientes cuando estos están internos en un centro penitenciario. Es muy complicado desplazarse a prisiones fuera de Asturias y esto va a permitir mantener encuentros por videoconferencia. Es un proyecto pilotado por el Consejo General de la Abogacía y en la sede del Colegio ya tenemos habilitada una sala en la cual se van a celebrar las videoconferencias con todas las garantías que previene Instituciones Penitenciarias. Estamos solo a la espera de que el Consejo nos dé luz verde para arrancar, pero por lo que respecta a nosotros ya estamos listos y con todo preparado para empezar a hacerlas.