«La calle San Matías sufre un foco de plagas y falta de seguridad»
El PSOE se reúne con los vecinos afectados del barrio de Pumarín para exigir «una solución urgente ante el insalubre estado de un bajo»
La preocupación va en aumento ente los vecinos de la calle San Matías, en el barrio gijonés de Pumarín «y no vemos que se esté haciendo nada», relatan a EL COMERCIO los residentes afectados que hace una semana explicaron a este periódico su alarmante situación debido a la llegada de unos vecinos problemáticos que se instalaron en un bajo de esta calle.
Además de estar en juego la convivencia vecinal, los vecinos demandaron, ayer, en un encuentro que mantuvieron con los ediles socialistas Tino Vaquero, Carmen Eva Pérez Ordieres y Jacobo López que tomen cartas en el asunto «porque además de sufrir amenazas, insultos y episodios de violencia, el problema se ha agravado desde hace unos semanas debido a un olor nauseabundo que sale de dicho bajo particular y es producto de aguas fecales o de algún producto podrido, así como el acumulamiento de enseres y residuos», aseveran.
Tras el encuentro, el PSOE gijonés exigió al gobierno que actúe «de forma inmediata para garantizar la seguridad y el foco de plagas en el que se ha convertido la calle San Matías». Desde el grupo municipal socialista han solicitado por escrito al concejal de Urbanismo, Jesús Martínez Salvador, «que utilice todas las fórmulas legales que estén de su mano para paliar esta situación tan preocupante».
"El olvido de ciertos barrios"
Además, y tras preguntar en la Comisión de Seguridad por las recurrentes intervenciones de la Policía Local y la Policía Nacional, los socialistas afirman que «el gobierno solo se dedica a lanzar balones fuera». Según Pérez Ordieres «esta desatención y olvido se percata más en ciertos barrios, y Pumarín es uno de los más afectados, provocando la renuncia a hacer vida en el mismo», señaló.
La concejala insistió en la apertura de un expediente de disciplina urbanística «y dejarse de escudarse en trámites administrativos. Los vecinos no pueden ni tienen que aguantar más este estado deplorable», concluyó.
