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Macín, delante de La Escalerona, con bandera amarilla. JORGE PETEIRO
Dalmacio Duarte, Macín, ex boxeador profesional: «No hay playa más limpia y más guapa»

Dalmacio Duarte, Macín, ex boxeador profesional: «No hay playa más limpia y más guapa»

Deportista y filósofo de la vida, este gijonés de Tremañes es una de las presencias ubicuas de San Lorenzo, «mi pasión y mi vida»

P. A. MARÍN ESTRADA

GIJÓN.

Lunes, 2 de julio 2018, 01:05

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Lo buscábamos en El Tostaderu -donde fuentes bien informadas lo acababan de ver- y lo encontramos, sin embargo, en La Escalerona, dejándose saludar efusivamente por uno más de los infinitos amigos que ha ido cosechando a lo largo de su vida este tipo con bíceps de acero y corazón romántico. Dalmacio Duarte, Macín, tal vez la presencia más ubicua de la playa de San Lorenzo, es bien capaz de recorrer a la velocidad del nordés las trece escaleras que separan el solárium del Piles del lugar en el que por fin lo pescamos, aunque en ocasiones le resulta imposible. «A veces tardo una hora en llegar aquí, poles veces que me paren», confiesa, y, previendo la puya maliciosa, adelanta su ingenio, como hacía con su izquierda cuando combatía en el ring y el gancho del contrario se barruntaba: «Sí, ho. Antes echábenme piropos y ahora tírenme plátanos», dice, estallando en sonoras carcajadas.

Y es que Macio, se ríe -sobre todo- de su propia sombra: «Me llaman Macito miel de abeja, quien la probó no la deja», apunta sobre su nunca desmentida leyenda de seductor. Luego con toda solemnidad rescata los versos de Bécquer: «Una mujer envenenó mi alma/ otra envenenó mi cuerpo./ Ninguna de las dos viene a buscarme/ yo de ninguna de las dos me quejo».

De poco, de nada se queja quien aprendió en el cuadrilátero y en la lona, de la experiencia vivida, que «el sabio se recupera en un segundo de una derrota: el tontu no se recupera en la vida de una victoria», sentencia.

Quien lo probó lo sabe, apuntaría otro poeta, que sin duda no le resultaría antipático a Macín, Lope de Vega. Boxeador profesional, buzo, judoka, ciclista en el mismo pelotón que López Carril, levantador de pesas, pintor, trabajador en los más diversos oficios, a este curtido playu (¿cómo no lo iba a ser él?) de Tremañes no se le caen los anillos por presumir de haber lucido sus músculos y sus dotes de comicidad ante la cámara de Santiago Segura en la cuarta entrega de 'Torrente'.

Otros playos no menos míticos, Los Guajes, supieron beneficiarse de «su arrolladora presencia actoral» en el videoclip de su canción 'Soy tan feliz'. Y muchos le recordarán por sus cameos en 'Terapia de grupo', de la TPA. Hoy Dalmacio se toma con epicúrea filosofía estas incursiones en la gran o pequeña pantalla. La fama o el dinero no son precisamente su ideal de prosperidad: «El bien más preciado son los amigos. Son la mejor inversión, porque, en la amistad, cuanto más das, más tienes», afirma.

Pasa otro de ellos, hace un mohín de retarle con el puño y Macito Piel de Abeja, el 'Hurricane' de Tremañes, se pone en guardia, intimida a su rival con una ágil finta de cintura y vuelve a estallar en carcajadas, mientras le devuelve el saludo. Muy distinta es su reacción cuando alguien le espeta: «¿Y entós, Macín, cómo ves la playa esti verano con tanta polémica?». El campeón recibe la pregunta como un golpe bajo: «Ta maravillosa. Tenemos la playa más limpia y más guapa del mundo. ¡Que no digan tonteríes!». Se vuelve hacia nosotros con el enojo en la frente.

Le han tocado en un punto sensible y devuelve el 'punch' con nobleza: «Amo la playa de Gijón, es mi vida. Que no me la toquen». Lo dice con la misma expresión que debía poner en el ring para marcar distancias y recupera la sonrisa acudiendo una vez más a la poesía, la de Gerardo Diego: «Delicia de los ojos, playa de San Lorenzo». Y, como en la rumba de Peret, una lágrima -alegre- le cae en la arena.

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