«Es llamativo que ahora comemos más con las manos que antes y eso es un retroceso»

Bajo el título 'Cómo comportarse y sentarse a la mesa. Desde la Edad Media hasta hoy', este profesor impartió una conferencia, en la que recordó algunas de las normas que empezaron, por aquel entonces, a hacer más agradable el acto de sentarse a comer acompañado. «Aconsejaban no precipitarse sobre la comida, no apoyar los codos, no rascarse, no beber cuando tenían la boca llena, no meterse trozos de comida demasiado grandes y no escupir por encima de la mesa», enumeró. Esas cuestiones además querían que calaran desde temprano en la sociedad, por eso, los niños las aprendían ya en las escuelas. «Todos los manuales escolares tenían un apartado dedicado al comportamiento en la mesa», señaló, al tiempo que reivindicó la importancia de estas lecciones. «Debemos tener en cuenta que la comida es el momento de máxima socialización, todo lo celebramos comiendo. Si alguien nace, se come; si otro se casa, se come; y, si otro muere, también se come. Todo gira en torno a la mesa», remarcó. «Además en los banquetes es donde la gente se muestra tal y como es», añadió.

Todas esas reglas de las que habló Alvar siguen estando muy vigentes en la actualidad, aunque a veces se olviden. «Me resulta muy llamativo que ahora se come más con las manos que antes y eso es un verdadero retroceso», opinó. «Las hamburguesas, los tacos mexicanos, las pizzas, las tapas e, incluso, las gambas, la gente las come sin cuchillo y tenedor», detalló. Y el problema no está en no usar cubiertos, sino en la falta de higiene. «En la Edad Media, se recomendaba lavarse las manos antes y después de las comidas porque las metían todos en la misma fuente. Esa tradición se mantiene en la actualidad en algunas culturas, pero aquí no siempre ocurre y hay quienes no se lavan las manos ni antes ni después de empezar».

También es cierto que, en la Edad Media, más les valía lavarse al acabar porque no tenían servilletas ni nada que se le pareciera. «Las servilletas son un invento bastante posterior, de aquella se limpiaban con el mantel o con lo que llevaran puesto de ropa», contó. Sin embargo, recordó, «los romanos, que eran más limpios, tenían una toga que utilizaban únicamente para comer».