Cerca de 50.000 personas pasaron por el Paseo Gastro, que «ha venido para quedarse»

El Ayuntamiento de Gijón y Divertia quisieron dar una pequeña recompensa a los negocios de hostelería que fueron pioneros esta Semana Grande participando en el Paseo Gastro de Begoña, la gran novedad de las fiestas de Begoña. Jesús Martínez Salvador, segundo teniente de Alcaldesa, y Óliver Suárez, presidente de Divertia, hicieron entrega de un diploma a esos «dieciséis valientes» que decidieron embarcarse en este proyecto piloto.

Fue en ese acto donde Óliver Suárez indicó que fueron aproximadamente 50.000 las personas que pasaron por el Paseo Gastro. Cifra que coincide con la avanzada por José Luis Álvarez Almeida, presidente de Otea Asturias, en el artículo de opinión publicado el domingo en EL COMERCIO. De esa cifra global de clientes, «un 20% ha repetido», apuntaba Almeida. Según los datos expuestos por el presidente de Otea, la iniciativa puesta en marcha este año había propiciado la creación de cien puestos de trabajos directos y más de 150 indirectos con una actividad económica «que rondará el millón de euros», según las estimaciones de los hosteleros participantes.

El proyecto «no deja de ser algo desconocido en el que cada caseta tuvo que hacer un desembolso económico inicial importante», destacó Salvador, aunque demostró ser finalmente «un modelo de éxito». Salvador agradeció la participación de los hosteleros y avanzó que, «de alguna manera, se les tendrá en cuenta y se valorará esa apuesta inicial», también porque serán los propios hosteleros los que les aporten los datos de cómo ha salido el evento de cara a mejorar.

Aunque por el momento no se sabe cómo se desarrollará la iniciativa en el futuro y si ésta se extenderá a más ubicaciones –se habla de Poniente o de El Arbeyal–, lo que Salvador tiene claro es que el Paseo Gastro «ha venido para quedarse».

Ayer, horas antes de echar el cierre, los hosteleros coincidían en que había sido «todo un éxito». A la caseta de Kausa Taberna desde un principio les pareció «muy interesante», explicó Damián Arana, que ya tiene «ganas del año que viene». Estimó el hostelero que el gasto medio, por ticket, fue de 15 euros, una cifra en la que también coincidió Raúl Hilario Álvarez, cocinero de El Belmonte. En cuanto a las ventas, Arana afirma que «la primera semana se vendió incluso mejor que la semana de los Fuegos», algo que podría deberse «a la curiosidad de la gente» por las casetas.

Está convencido de que el año que viene «más negocios van a querer unirse, porque es algo que ya ha pasado en otras ciudades. Al principio hay cierta reticencia porque hay miedo a la apuesta, pero pasará como en Gastro Mateo en Oviedo, que ahora tienen lista de espera», barrunta. Él confía en que el año que viene «se abra algo también en Poniente» una zona que, desde su punto de vista, «podría funcionar muy bien» por los conciertos y la playa.