¿Cines en El Natahoyo?
Una inmobiliaria lanzó la idea de construir en las galerías del Cortijo un centro comercial con multicines, que nunca vieron la luz
Domingo, 26 de febrero 2023, 00:31
Era un proyecto ambicioso: convertir las galerías comerciales de El Natahoyo, que habían nacido con mala estrella y nunca llegaron a ocuparse totalmente, en «un ... gran complejo comercial que daría cabida a un área recreativa infantil, siete multicines y una mediana superficie». Ese era el objetivo de la inmobiliaria Rema, encargada de gestionar el proyecto para la empresa Somerca, hace cinco lustros. «Más del 50% de estas galerías, ubicadas entre las calles del Cortijo, Rosalía de Castro y Chile, en el barrio de El Natahoyo, pertenecía al conde de Revillagigedo, y el resto está repartido entre 80 propietarios particulares». Somerca había comprado la parte del conde de Revillagigedo, así que lo que quedaba ahora era hacerse con la parte de los otros 80.
Ya habían vendido 41. «De los 39 restantes, solo 7 mantienen sus puestos de venta abiertos en la plaza de las galerías comerciales». De cualquier forma, la noticia no distaba de ser un globo sonda, ya que la inmobiliaria decía querer conocer «el interés de los vecinos en este importante proyecto urbanístico y comercial para el barrio y saber si están de acuerdo o no con él» antes de acometerlo. «Los vecinos de El Natahoyo se mostraron siempre a favor de construir en las galerías comerciales un parque de uso público», adelantábamos, aunque hoy sabemos que, aunque sí que hubo centro comercial, los multicines no llegaron a estar exactamente en el Natahoyo.
Aunque sí muy cerca. «La cadena de cines Yelmo Films ha presentado al Ayuntamiento de Gijón un anteproyecto valorado en 2.500 millones de pesetas para crear un edificio que albergará 14 salas de cine de una avanzada tecnología», anunciamos en EL COMERCIO menos de dos meses después del anuncio del proyecto en las galerías del Cortijo. El lugar agraciado con la suerte de contar con unos cines al último grito de la moda, en donde «las filas estarán a distinta altura», fue La Calzada, donde se preparaba ya una finca de 9.000 metros cuadrados en los terrenos que había ocupado Vicasa, con el mismo fin que el planeado para el Natahoyo. Era época de vacas gordas... y de proyectos superpuestos.
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