Un colegio de premio
La concesión al Corazón de María del galardón 'Ángel García del Vello' lo convirtió en el primer centro asturiano en recibir esta distinción
El 'Ángel García del Vello' era la distinción de mayor rango que la Delegación Nacional de la Juventud otorgaba a los colegios de todo el ... país. Y hace medio siglo le fue concedida a un colegio gijonés: el Corazón de María. Dirigido por Luis Madiedo, «un hombre verdaderamente enamorado de su labor docente y que en ningún momento escatima esfuerzo o sacrificio en pro de la labor formativa de sus alumnos», el popular Codema de los claretianos recibía ahora un premio de 20.000 pesetas, y con diplomas individuales propios para cada profesor, en honor a su excelencia.
Una que iba más allá, reconocía Madiedo a preguntas de EL COMERCIO, del mero conocimiento. Según él, un colegio debía «conseguir una formación integral del muchacho», al tiempo que cumplía la misión de «despertar, orientar y aprovechar las aptitudes de los alumnos, desarrollando con la mayor efectividad la formación cívico-social de los escolares». Por ejemplo, «participar en los certámenes de pintura y arte, concursos literarios, de tarjetas de navidad, concurso de villancicos, etcétera. Visitas y viajes culturales. Atender con mucho esmero la educación física de los alumnos y procurando participar en todas aquellas competiciones deportivas organizadas por dicho Departamento de Formación».
Contaba Madiedo que en aquellos tiempos eran 620 alumnos, «distribuidos en quince unidades escolares», los que disfrutaban de ese tipo de formación en el Codema, formado por «un equipo docente que trabaja con verdadera vocación y en íntima colaboración». «El camino que tiene que recorrer todo educador», decía el director, «está jalonado de rosas y espinas, pero abundan más estas que aquellas, aunque, como le decía anteriormente, cuando existe un verdadero espíritu vocacional, se superan todas las deficiencias y contrariedades». Una, por ejemplo: la EGB, habida cuenta de las nuevas exigencias en materia educativa, no podía continuar dándose en los antiguos locales. Se trabajaba, ahora, en construir dos -a falta de uno- locales para la educación básica en la misma zona. Y hasta hoy, para seguir.
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