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Comienzo del derribo del edificio en la plaza de Europa de Gijón. Damián Arienza

Entre «expectación y pena», los vecinos de Gijón se despiden del histórico edificio de la plaza de Europa

«Esta esquina no volverá a ser nunca la misma. Mi mujer vivió en este inmueble y es incapaz de mirar como lo están tirando abajo. Le da mucho pena», comentaba Luis Pereda sobre la demolición del bloque de viviendas en el que vivió Nicanor Piñole

Lunes, 12 de mayo 2025, 12:30

Parte de la historia de Gijón se va con el derribo del icónico edificio de la plaza de Europa en el que vivió Nicanor Piñole. «Toda mi vida está unida a esta esquina. Siempre he pasado por delante porque vivo aquí al lado y tengo grandes recuerdos de niñez y juventud de apoyarme en el edificio. He pasado muchas horas comiendo pipas con mis amigas frente a este edificio. Me da mucha pena», afirma Carmen San Isidro, vecina de la zona. Una pena que le compensa porque considera que el derribo era algo necesario: «Todo tiene su principio y fin. El edificio estaba muy deteriorado, caían cascotes y pasar por ahí era inseguro».

Lo cierto es que la demolición de este histórico inmueble (que será reconstruido en una actuación futura) generó mucha expectación y también bastante polvo en las calles Covadonga, Anselmo Cifuentes y Pelayo. Fotografías y vídeos, nadie de los que por allí pasaban querían perderse «este momento único. Llevamos años esperando por ello porque teníamos miedo a lo que pudiera suceder, pero ahora que ha llegado el momento también sentimos que se va algo nuestro, algo de siempre», relata Pelayo García. Para Luis Pereda, «hoy es un día para no olvidar. Acabo de firmar mi jubilación y estoy presenciando el derribo del edificio del antiguo Jazmín. Esta esquina nunca volverá a ser la misma. Esta efeméride la recordaré siempre», asegura.

Al igual que él, su mujer Milagros, con la que estaba hablando por teléfono tampoco la podrá olvidar. «Mi mujer vivó en este edificio más de veinte años. Está muy apenada. Me dice que no quiere ver cómo lo tiran abajo porque le da mucha tristeza. Son muchos recuerdos para ella», explica a EL COMERCIO, este vecino de Gijón.

La plaza de Europa de Gijón saneará su imagen con el derribo, que ha dado comienzo este lunes, de la degradada manzana residencial que albergó el domicilio del pintor Nicanor Piñole durante casi toda su vida. La demolición, ejecutada por la empresa especializada Excavaciones Bernardo y Ovalle, se prolongará durante tres semanas hasta dejar el céntrico solar despejado. Para ello, se utilizará maquinaria pesada desde el exterior para echar abajo las fachadas y habrá afecciones al tráfico de las calles afectadas manteniendo la circulación por la plaza de Europa. Desde la contrata se estima que será necesario retirar y llevar a gestor de residuos autorizado entre 8.000 y 10.000 toneladas de escombros.

Esta deteriorada construcción propiedad de la empresa Fercavia fue un encargo del indiano Manuel Prendes al arquitecto Rodolfo Ibáñez –tío de Piñole– en 1899. Fue una de las mayores promociones inmobiliarias de su época, ya que ocupaba una manzana entera y contenía más de una treintena de viviendas agrupadas en siete portales y más de una docena de locales comerciales en planta baja. Entre ellos la fábrica de mantequilla 'La Simpar' y la mercería 'El Jazmín', popular negocio por el que se llegó a identificar el inmueble ahora en vías de derribo.

La recuperación urbanística de todo ese entorno de la plaza de Europa se fía a una intervención que plantea en primera instancia la demolición de la ruina actual, realizando posteriormente una réplica fidedigna de las fachadas del inmueble sobre las que se añadirá un recrecido de dos plantas más bajocubierta.

Asentamiento progresivo

Los problemas estructurales de esta degradada manzana delimitada por la plaza de Europa y las calles Covadonga, Anselmo Cifuentes y Pelayo vienen del largo. Las hendiduras que tiene son resultado de un progresivo asentamiento diferencial de su cimentación –casi con seguridad ejecutada sobe pilotes de madera– debido a las variaciones freáticas del terreno en esa zona. La situación se agravó por la total falta de mantenimiento durante las últimas cuatro décadas. La empresa constructora tiene previsto empezar con la reconstrucción del edificio, en cuanto obtenga la licencia municipal, para desarrollar 60 nuevas viviendas y revitalizar esa zona. El proyecto de Fercavia prevé un recrecido con dos plantas más que estarán retranqueadas un metro con respecto a la fachada actual y se diferenciarán con un acabado plano y de color metálico. Sobre ellas habrá una tercera planta tipo ático que solo ocupará 442,17 metros cuadrados sobre la cubierta del resto del bloque y que apenas será visible desde la calle.

Los vecinos del entorno están muy contentos con el inicio de los trabajos de demolición pues temían desde hace tiempo que el edificio llegase a colapsar por sus problemas de asiento. De hecho, la fachada que mira a la plaza de Europa está completamente deformada.

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