Comienzan a apuntalar el interior del edificio del colegio San Vicente de Paúl de Gijón
La empresa Cadesa trabaja ya en el proyecto de reconstrucción de las zonas afectadas y el estudio de la estructura del inmueble
EUGENIA GARCÍA
GIJÓN.
Jueves, 3 de marzo 2022, 00:37
El sábado se cumplen dos meses del derrumbe parcial del colegio San Vicente de Paúl que en la mañana de la víspera de Reyes ocasionó la muerte a dos primos y trabajadores de la construcción, Andrés Velasco Díaz y David Velasco Velasco, mientras cambiaban un falso techo.
Varios operarios comenzaron esta misma semana a trabajar en el interior del edificio para efectuar las preceptivas tareas de saneamiento del inmueble ubicado en la esquina de las calles Ezcurdia y Caridad. Los trabajos arrancaron el lunes y los obreros han concluido ya el apuntalamiento del bajo y el primer piso. Se prevé que a lo largo de esta semana terminen de apuntalar el resto de pisos, de abajo arriba, en las zonas afectadas por el colapso de la techumbre. La intención es proceder al desescombro del interior del edificio la próxima semana, tarea en la cual intervendrán probablemente los seguros para analizar los escombros de cara a la investigación.
Paralelamente, la Congregación de las Hijas de la Caridad, propietaria del edificio, ha contratado a una empresa ovetense especializada en el estudio y análisis de edificios afectados por diversas problemáticas para diseñar y planificar las actuaciones que se llevarán a cabo en el centro con el objetivo de poder retomar la actividad educativa a partir del próximo mes de septiembre. La empresa Cadesa, señala la dirección del centro en un comunicado enviado a las familias, «está avalada por la amplia experiencia acumulada durante más de 25 años ofreciendo sus servicios en este sector, tanto en edificios históricos como de reciente construcción».
«Máxima seguridad»
Hace ya un par de semanas que esta compañía trabaja en la redacción de dos proyectos. Por un lado, un proyecto de reconstrucción de la zona afectada por el derrumbe y que, una vez esté culminado y se disponga de los correspondientes permisos ejecutará la misma empresa que se encarga del desescombro. Asimismo, Cadesa elaborará un concienzudo estudio del estado de la estructura del edificio para retomar la actividad en el inmueble «con las máximas garantías de seguridad». La empresa tiene experiencia en la realización de informes periciales y pruebas de carga, estudios de la capacidad portante de las estructuras de edificios afectados por lesiones y diagnóstico de patologías.
El propio Ayuntamiento de Gijón remitió el pasado mes de enero, apenas unos días después del accidente, un informe en el que los técnicos municipales de urbanismo instaban a la propiedad a estabilizar y consolidar la fachada, apear los huecos de ventanas afectados por el derrumbamiento y consolidar la cornisa de la esquina en las calles Ezcurdia y Caridad. Fueron los Bomberos quienes, ante el riesgo claro de derrumbe, finalmente actuaron para colocar un tirante que asegurase esta pieza. El Ayuntamiento exige tanto el apuntalamiento que ahora se está efectuando como el «desescombro y demolición de aquellos elementos del interior que hayan perdido estabilidad o sean irrecuperables» antes de proceder a la reforma del edificio.