Comisiones Obreras pone en duda la legitimidad del despido firmado por Ron

El sindicato Comisiones Obreras cuestionó ayer la legitimidad del despido del capataz acusado de acoso sexual, puesto que señala que el presidente de la empresa pública, Olmo Ron, no tiene potestad para firmar el despido de este trabajador, que llevaba más de 30 años en Emulsa y se hizo efectivo el pasado viernes en aplicación de la sanción por falta muy grave.

Alejandro Rodríguez, trabajador de Emulsa, consejero de la empresa pública por Comisiones Obreras e integrante de la comisión de investigación, aseguró por su parte que se omitió «interesadamente» en el orden del día de la reunión del pasado jueves que el motivo era «cargarse al gerente» apenas «15 días después de que el presidente dijera que el gerente era lo mejor». Olmo Ron «dice que no sabía nada, pero el 2 de septiembre UGT metió por registro la pregunta sobre la denuncia». «¡Váyase a su casa!», llegó a pedir. En el otro extremo, defendió la actuación del gerente, que «actuó como creyó que tenía que actuar, correctamente».Y aseguró que, pese a ser trabajador de la empresa, «no sabía nada» del acoso hasta que se creó la comisión, interna que obligaba a actuar de forma «confidencial» para proteger a los implicados.

Por otro lado, ayer se produjo el relevo del representante de IU en Emulsa, Pablo Sirgo Blanco, quien presentó su dimisión tras no asistir al consejo ni delegar su voto en el que se pidió el cese del gerente. Alegó estar de vacaciones y no pudo conectarse por videollamada. «Si el consejero no acudió a un consejo de tanta trascendencia, algo tendrá que ver», dejó caer Marina Pineda, portavoz socialista del gobierno local, sobre la sustitución de Sirgo por Carmen Álvarez García.