El Consejo de Emulsa pedirá «que se depuren responsabilidades» tras los casos de acoso sexual

Ocho de los quince consejeros de Emulsa forzaron ayer a última hora una nueva reunión extraordinaria del órgano que analizará mañana, a las 18 horas, «la situación interna y las medidas a adoptar» ante la crisis que atraviesa la entidad pública. Los grupos municipales de la oposición, así como los representantes de Comisiones Obreras y de la Federación de Asociaciones Vecinales en el consejo de administración de Emulsa intentaron primero retar al concejal y presidente Olmo Ron a mover ficha y convocar una reunión extraordinaria del consejo para aclarar y depurar responsabilidades en el caso del capataz acusado de acoso sexual. Pero a última hora de la tarde, y sin noticias de Ron, optaron por ejercer su potestad, al sumar más de un tercio del órgano, y convocar ellos mismos la reunión.

El documento lo firman Mara Simal y Jaime Vega (Ciudadanos), Francisco Osorio (Foro), Juan Chaves (Podemos), Constantino Pañeda (PP), Marcos Antonio Bernardo Álvarez (Vox), Luis García (FAV) y Alejandro Rodríguez (CC OO), ocho de los quince consejeros.

Los estatutos de Emulsa recogen que el consejo de administración tiene la facultad de «nombrar y separar -destituir- libremente al titular de la gerencia». Quienes rechazaron el cese de Alfonso Baragaño en la anterior reunión lo hicieron, argumentaron, para evitar limitar la capacidad de presión del órgano para exigir reformas y sanciones y solicitar más información sobre el caso, ya que como señaló el consejero y edil de Podemos Juan Chaves temen que «si se cesa al gerente, el PSOE tendría manos libres para hacer y deshacer a su antojo sin dar más explicaciones». Sí aclaró que el pasado jueves ya exigieron, sin éxito, la suspensión temporal de funciones de Baragaño y el aplazamiento del asunto, que se trató fuera del orden del día: «Se nos presentaron las soluciones de dos comisiones de investigación y, sin solución de continuidad, una propuesta de cese del gerente». Este comportamiento, señaló Chaves, les transmitió la sensación de que «querían lavar la cara, dar una imagen de contundencia pero sin acometer mejoras».

Se opusieron al cese del gerente bajo esas circunstancias, pero eso no quiere decir que los que votaron 'no' a su salida respalden a Alfonso Baragaño. De hecho, solo CC OO lo hace abiertamente. El podemita Juan Chaves consideró que «tiene que cesar, porque es el máximo responsable de una empresa en la que se han producido casos de acoso». En lo que sí coinciden es en que se debe ir más allá y «depurar todas y cada una de las responsabilidades de cada persona que haya participado por acción u omisión».

Jesús Martínez Salvador, portavoz de Foro, consideró que pretender que no hay responsabilidad política porque el gobierno actuó cuando lo supo no es más que una excusa cuando, además, «no fue el gobierno, sino el gerente, quien llevó el caso a la Fiscalía» al conocer las conclusiones de la comisión de investigación el pasado 26 de septiembre, y quien lo puso en conocimiento de Inspección de Trabajo el 6 de octubre. Sostuvo que «cuando uno preside una empresa pública tiene responsabilidades, tiene que estar al tanto de lo que ocurre en la empresa. Claro que el gerente tiene responsabilidad, pero van mucho más allá».

El edil de Ciudadanos José Carlos Fernández Sarasola manifestó su apoyo a los afectados y consideró que la duración del acoso demuestra que el problema «es estructural». Por ello, más allá de echar al gerente, «cualquier cambio que se haga tiene que ser en toda la estructura y procedimientos» e incluso planteó hacer extensivo este análisis «a todas las empresas públicas». Pidió repensar «absolutamente todo, incluso la presidencia, porque tener un florero de presidente no sirve absolutamente de nada». De hecho, puso en cuestión «si esa figura tiene que ser un concejal». Y advirtió de que «la imagen de Emulsa está absolutamente por los suelos», pese a que siempre fue una empresa «modélica», y recuperarla «posiblemente cueste años».

El portavoz de Vox, Eladio de la Concha, calificó de «'totum revolutum' y subterfugio para evitar responsabilidades mayores el mezclar una pérdida de confianza de hace años con un caso como este» y consideró «un lavado de cara» la pretensión de cesar al gerente. E indicó que si la alcaldesa dice que «en cuanto se enteró tomó medidas, lo mismo hizo el gerente, por lo que a lo mejor la responsabilidad no se acaba en Baragaño».

Por su parte, el consejero de la Federación Vecinal Urbana (FAV), Luis García, criticó el que la convocatoria del consejo «muy sucintamente» omitiera el asunto del acoso en Emulsa en la convocatoria, que hablaba de 'información del personal'. «No creí que la situación se fuese a solucionar con la destitución del gerente y lo que sí solicitamos fue mayor información al respecto», apuntó, e instó a «ir más allá en las investigaciones». «Una vez tengamos más información la FAV se reunirá y tomaremos una medida conjunta todos los presidentes vecinales», aclaró.

Ángela Pumariega, portavoz del PP, condenó los hechos en sí y su duración en el tiempo que «pone en entredicho al Ayuntamiento al completo», por lo que pidió «que no se actúe de forma impulsiva, sino información, cronogramas y todo lo que se haya investigado para tomar una decisión que no pasa solo por pedir la cabeza del gerente, sino por depurar todos los cargos que tengan responsabilidad».

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