«Gestos obscenos, rozamientos, invitaciones libidinosas...»
La investigación en Emulsa señala el acoso del capataz a mujeres durante años. La alcaldesa asegura sentirse «desilusionada» por el freno del consejo al cese del gerente
MARCOS MORO
GIJÓN.
Sábado, 15 de octubre 2022, 01:00
Mujeres que fueron acosadas sexualmente por el capataz de Emulsa relataron a la comisión investigadora del caso, con todo lujo de detalles, las incómodas situaciones que padecieron durante años por las conductas inapropiadas de este responsable de jardinería en Los Pericones. Algunos de los hechos recogidos se remontan a 2014. El informe de conclusiones remitido a la gerencia de la empresa, al que ha tenido acceso EL COMERCIO, deja constancia de que varias de las declarantes fueron objeto en primera persona de conductas tales como «observaciones sugerentes y desagradables, comentarios sobre la apariencia y aspecto y abusos verbales deliberados de contenido libidinoso». También se enumeran «invitaciones impúdicas o comprometedoras; gestos obscenos; contacto físico innecesario y rozamientos, entre otros».
La comisión investigadora, que realizó 23 entrevistas en el curso de su trabajo indagatorio, defiende que la denuncia recurrente de gran parte de las personas entrevistadas coincide en señalar e identificar conductas del capataz incluidas en la categoría de acoso sexual, según se define en el protocolo de la empresa. Todas ellas tienen «una veracidad incuestionable», concluye. Los miembros de este órgano creado a raíz de una denuncia formulada por acoso laboral, que destapó posteriormente los abusos de índole sexual, lo justifican en que «muchos de los actos y comportamientos denunciados y que fueron protagonizados por la persona denunciada son replicados con una total exactitud». «El nivel de detalle con el que alguna de las personas que formularon declaración fue tan exhaustivo y, en ocasiones tan desagarrador, que da total credibilidad a dichas declaraciones», señala el informe.
La comisión hace referencia a la declaración de una trabajadora eventual cuyo testimonio «fue especialmente desgarrador», porque «las secuelas emocionales derivadas de haber sufrido en primera persona este tipo de conductas indeseadas se pusieron de manifiesto en el curso de la entrevista».
También se alude al caso de una trabajadora eventual que se puso a llorar en presencia del denunciante por acoso laboral. Esta mujer se sentía acosada porque todos los días el capataz la acercaba al tajo con su furgoneta y le sacaba fotos con el móvil de empresa que luego mandaba al móvil de la afectada, lo que daba lugar a comentarios por parte de sus compañeros. También se cita comentarios que hacía claramente sexuales como «dónde va la cosa más sexy de Los Pericones», aunque era habitual que el capataz también se refiriera a atributos físicos de las mujeres acosadas.
Se deja constancia, asimismo, de que las trabajadoras adscritas al local del capataz, sobre todo las eventuales, eran «más accesibles para él porque al no gozar de estabilidad era más difícil para ellas poner coto a las prácticas del denunciado por las consecuencias que esa resistencia pudiera acarrearles, tales como informes desfavorables y minoración de puntos que las situaban con una menor expectativa de estabilidad o de futuros llamamientos». El informe concluye que «efectivamente se han evidenciado hechos encuadrados según el protocolo de prevención e intervención ante situaciones de acoso laboral, sexual y por razón de sexo incluido en el III Plan de Igualdad 2018-2022 dentro de la categoría de conducta indebida que se hace extensiva, no solamente al denunciante, sino también a una parte significativa del personal a cargo del denunciado, en función de sus preferencias o afinidades».
Reparto de responsabilidad
La comisión insta a la gerencia de Emulsa a «responder con total contundencia» a la gravedad de los hechos relatados. Aconseja apartar al capataz de sus funciones por ser incapaz, con su estilo de mando, de tener personal a su cargo y también ve un elevado grado de responsabilidad en el encargado inmediatamente superior de aquel. Constata que las prácticas de acoso sexual del capataz «se enquistaron en el tiempo como consecuencia de que omitió comunicarlas a sus superiores.
El informe cuestiona la actuación del jefe del servicio de Jardinería, que también es el responsable de colegios, Javier Merás, por reunirse tanto con el encargado como con el capataz denunciado sin ponerlo en conocimiento de la jefa de Recursos Humanos.
Respecto a la posible responsabilidad de la jefa de Recursos Humanos, Marta González, y del gerente, Alfonso Baragaño, entiende la comisión que no eran conocedores de los hechos, «pero ello no obsta para que asuman su responsabilidad y ejerzan medidas sancionadoras y preventivas».
