

Crimen de una mujer en Gijón: los vecinos vieron al detenido apuñalar peluches desde una ventana
El cuerpo de la víctima hallado en el piso de la calle Contracay estaba en avanzado estado de descomposición. El arrestado hizo vida normal durante semanas
Hizo vida normal durante semanas. Cocinaba, hacía el café cada mañana con la ventana abierta y seguía con su comportamiento estrambótico. Como el domingo, sin ... ir más lejos, cuando asomado a la calle hacía el ademán de apuñalar a tres peluches que tenía colocados en el alféizar y a los que luego sacaba toda la espuma del interior. Fue ayer por la mañana cuando la Policía Nacional accedía a su piso de la calle Contracay de Gijón, a escasos metros de la plaza Mayor, y nada más abrir la puerta confirmaban sus sospechas. El olor a putrefacción en la vivienda no dejaba lugar a la duda.
El cuerpo de una mujer de 49 años a la que buscaban desde hacía más de un mes (y que podría ser el de Susana S.) fue localizado ayer por la mañana en un cubo de basura en la pequeña vivienda en la que el arrestado residía de alquiler desde hacía años. El hombre mantenía una relación complicada con el vecindario y no era la primera vez que la Policía acudía a ese domicilio por otros asuntos. «Llevaba tiempo oliendo muy mal en la escalera, pero como parece ser que el hombre tiene síndrome de Diógenes y acumulaba basura, pensábamos que era por eso....», acertaban a decir los vecinos, conmocionados por lo ocurrido.
LOS DATOS
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Víctima Una mujer, de 49 años, que llevaba desaparecida desde principios de mayo, cuando sus familiares presentaron la denuncia. Era una desaparición inquietante por la vulnerabilidad de la mujer.
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Investigación La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) se hizo cargo de los trabajos policiales con la sospecha desde el principio de que no era una desaparición voluntaria.
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Cadáver El cuerpo fue hallado ayer por la mañana metido en un cubo en un piso de la calle Contracay.
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Detenido El morador de la vivienda fue arrestado. Había convivido varias semanas con el cadáver.
El cuerpo, según las primeras investigaciones, presentaba signos de violencia y se encontraba dentro de un cubo. Al parecer, estaba rociado con productos químicos para que, supuestamente, no se apreciase el olor, un extremo que a todas luces no consiguió. A falta de la identificación con la autopsia, todo apunta a que se trata de la mujer de 49 años a la que la Policía buscaba desde hacía un mes y medio y que había sido vista en las inmediaciones de esa misma vivienda a principios de mayo. De hecho, desde la Comisaría habían hecho un llamamiento público para intentar tener alguna pista de la desaparecida, que tenía problemas de salud y fue vista por última vez en la calle Corrida. Desde el primer momento fue considerada una desaparición inquietante por la vulnerabilidad de la víctima.
Las investigaciones realizadas por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev) de la Comisaría de Gijón consiguieron determinar que la mujer había estado en compañía del ahora detenido, un individuo que acumula numerosos antecedentes penales y policiales y que en los últimos tiempos había sido visto en compañía de la mujer.
Con los datos y pruebas recabadas, los policías accedieron con una orden judicial al domicilio de la calle Contracay a primera hora de la mañana y confirmaron sus sospechas. El estado de descomposición en el que se encontraba el cadáver imposibilitó realizar la identificación en el lugar. Sobre las 2 de la tarde los servicios funerarios trasladaron los restos mortales al Instituto de Medicina Legal con el objeto de practicarle la autopsia.
Uno de los forenses estuvo presente en el levantamiento del cadáver, al que también asistió la titular del juzgado de Instrucción número 4 en funciones de guardia y la abogada del individuo detenido.
Policía Científica de Madrid
Para el reconocimiento de la vivienda se desplazaron agentes de la Policía Científica de la Comisaría General de Madrid, con medios y técnicas avanzadas para la realización de inspecciones oculares complejas. Dado el tiempo transcurrido entre la muerte y el hallazgo del cadáver, los investigadores consideran que el sospechoso podría haber intentado deshacerse de pruebas. Aunque no del cuerpo.
Mediante prácticas avanzadas, los policías peinaron palmo a palmo el piso (de muy pequeñas dimensiones) y revisaron paredes, suelos y mobiliario en busca de restos de fluidos y pruebas que puedan arrojar luz a la investigación. Los policías permanecieron en el inmueble durante aproximadamente siete horas y salieron con bolsas con distintos enseres que serán analizados en el laboratorio.
Está previsto que los médicos forenses practiquen en el día de hoy la autopsia, que se prevé compleja por el estado en el que se encontraban los restos mortales. El detenido fue trasladado a los calabozos de la Comisaría de la Policía Nacional y está previsto que pase a disposición del juzgado de guardia. Cuenta con numerosos antecedentes y hace apenas unos meses fue arrestado por arrojar gran cantidad de basura por la calle y enfrentarse a los agentes que acudieron a su domicilio. Tuvieron que acabar empleando chalecos anticorte y escudos para conseguir arrestar al hombre por la gran violencia que empleaba. Tiene pendientes varios juicios por distintos tipos de delito.
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