El cumpleaños que acabó con dos de los asistentes apuñalándose y a punto de morir

A punto estuvieron de matarse durante la celebración de un cumpleaños en un piso de la calle Peñalba. El grave incidente que dejó en coma a uno de los dos participantes en la brutal pelea con un cuchillo de caza tuvo lugar la mañana del 9 de octubre de 2021, después de toda una noche de fiesta. El juicio está aún pendiente de señalar, pero la fiscalía ya ha presentado su escrito de acusación para los dos procesados: solicita siete años de cárcel para uno de ellos y tres años y medio de prisión para el otro. Además de órdenes de alejamiento y comunicación mutuas. Están considerados autores de sendos delitos de homicidio en grado de tentativa.

Un viandante escuchó desde la calle voces y gritos de auxilio procedentes de un piso de la primera planta del número 13. Llamó a la Policía Nacional para alertar de lo ocurrido, si bien inicialmente creía que se trataba de un caso de violencia de género. Cuando los agentes se personaron en el lugar y llamaron al timbre, un hombre salió por la ventana y les arrojó unas llaves. Era el compañero de piso de una de las víctimas. Al entrar a la vivienda encontraron a los dos hombres con lesiones de apuñalamiento, tendidos en el suelo. Uno residía en el piso, R. L. P., de 53 años, mientras que el otro, G. R. F., de 56 años, era uno de los invitados a la fiesta y se encontraba muy grave. Tenía varias puñaladas en la espalda que le habían afectado a un pulmón y un riñón.

Ambos estaban en presencia de más personas en el piso, continuando la fiesta desde la tarde anterior cuando «se inició una violenta discusión por causas no aclaradas. En un momento dado de la disputa uno de ellos cogió un cuchillo de caza de una hoja de 21 centímetros, con guarda y pomo latonados y mango con cachas de asta de ciervo, que estaba encima de un mueble, y con la deliberada finalidad de acabar con la vida del otro, se dirigió a él y le asestó un golpe con el cuchillo a la altura del costado», señala el ministerio fiscal. «Ante el ataque, el otro procesado agarró el mismo cuchillo y, temiendo por su vida y ante la persistencia y agresividad que estaba sufriendo, empuñó el cuchillo con el propósito de acabar con la vida del otro y poner así fin a la disputa», añade. Le asestó dos puñaladas en la cara y en la zona torácica. El más grave tardó 90 días en curar de sus lesiones y permaneció ingresado en la UCI. El otro, precisó catorce días para su curación.