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Canal, en el palco presidencial de la plaza de toros de El Bibio. PALOMA UCHA

Quién le iba a decir que era la última

Gran aficionado a los toros, Canal fue asesor técnico-artístico de la presidencia de El Bibio y agudo cronista taurino en el diario EL COMERCIO

MIGUEL ROJO

GIJÓN.

Martes, 13 de diciembre 2022, 01:00

Quién le iba a decir a Canal, aquel día de Begoña del pasado 2021 en el que tituló la crónica que habría de salir publicada en EL COMERCIO al día siguiente «Triunfo de El Juli en la última corrida» que aquel no sería solamente el festejo que cerrase aquella feria, sino el último que, de momento, se ha celebrado en la gijonesa plaza de El Bibio y la última crónica taurina que iba a llevar su firma en estas páginas. Allí, junto a la carretera de Villaviciosa, disfrutó Canal como aficionado, ejerció de excelente cronista y brilló como asesor artístico-técnico de la presidencia, puesto para el que fue nombrado en 1992 y que dejaría en 2011. Íntegro y cabal, no escribió en este su periódico de toros mientras estuvo en el cargo, y de articulista de las tardes de festejo pasó a ser cronista titular en 2013, en sustitución de José Luis González-Guanes. ¿Quién mejor que Canal para contar lo que pasaba en la plaza?

Siguiendo la tradición de otros grandes escritores taurinos, la prosa de Canal estaba llena de metáforas y sinónimos brillantes, de agudas críticas escritas entre líneas -o no tanto-, de preciosistas descripciones de lances y faenas. «Dio en el ruedo de El Bibio una conferencia magistral de toreo de muleta. Con la espada, un cañón», dejó escrito sobre la actuación de El Juli aquella última tarde de toros que pudo disfrutar en Gijón. Exiliado como otros taurinos gijoneses tras la decisión municipal de acabar con los festejos en la ciudad, siguió disfrutando de las tardes de toros en otras ferias -no dudadaba de tirar de 'Blablacar' para ir a Bilbao, por ejemplo-, y se fue ayer confiando en que la decisión fuese revocable. Contaba a los íntimos que, de chaval, había llegado a hacer el paseíllo en Las Ventas, como arenero. Como también de chaval iba con sus amigos del barrio de La Arena a limpiar la plaza cuando se acercaba la feria de Begoña. Es por eso que ayer tanto desde el palco de El Bibio como desde las peñas taurinas lloraban su muerte: Ismael Fernández y Ángel Junquera, presidentes de la plaza con los que Canal compartía amistad además de conocimientos; Maritina Medio, presidenta de la Federación de Peñas Taurinas; Aquilino Tuya, de Cocheras, Francisco Orejas, de la peña El Fandi... Todos lamentaban su pérdida.

Porque Canal era capaz de repasar de carrerilla las grandes figuras que habían pasado por El Bibio desde aquel 12 de agosto de 1888 en el que Luis Mazzantini y Rafael Guerra 'Guerrita' despacharon las seis primeras reses en la corrida inaugural de la plaza de toros de Gijón. «'Lagartijo', 'Manolete' y Arruza, 'Bombita' y 'Machaquito', Ordóñez y 'El Cordobés', 'Joselito' y Belmonte, Ponce y José Tomás», enumeraba en un artículo. Y aún le dio tiempo, después de esos, a contar el debut de Roca Rey en 2017, por citar alguno de los grandes de estos últimos años. «Las dos orejas cayeron como fruta madura en el esportón incaico», resumía sobre su primera tarde en Gijón.

Desde el palco presidencial o desde el balconcillo donde siguió pagando religiosamente su abono mientras fue cronista de este periódico -así se sentía si cabe más libre para decir lo que opinaba-, aplaudió e hizo sonrojarse a partes iguales desde estas páginas a toreros, ganaderos y empresarios. Siempre desde el respeto y desde el profundo conocimiento de una fiesta que, como la ciudad, también se queda huérfana de uno de sus acérrimos defensores. Se ha ido el último gran cronista de El Bibio.

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