«Si delante de un colegio hay aparcamientos, se quitarán»

«Vamos a meter mucho bolardo. Y si un colegio tiene delante una línea de aparcamiento de coches, la línea entera va a dejar de estar, porque queremos que haya en todos un espacio que permita la distancia social y no entradas y salidas masificadas». El concejal de Movilidad, Aurelio Martín, reiteró ayer la intención del Ayuntamiento de poner en marcha a través de la denominada «movilidad táctica» medidas para reducir el aparcamiento y ganar zonas peatonales a las puertas de «todos» los colegios, al menos durante el periodo escolar, pudiendo retirarse las limitaciones fuera del periodo lectivo.

Al margen de esta acción de ámbito global, Martín presentó junto a Alberto Ferrao el proyecto de entornos escolares seguros elaborado en colaboración con la Concejalía de Educación, que el próximo curso llegará como experiencia piloto a siete centros (los colegios Río Piles, Miguel de Cervantes, Lloréu, Los Campos, La Escuelona y Clarín y el IES El Piles). Pretende tener un alcance «más de fondo» y generar «un cambio de hábitos» tanto en los alumnos como en sus padres. «Sé lo cómodo que es llegar al colegio en coche, abrir la puerta y decirle al niño que se baje. Pero a lo mejor deben salir antes de casa, aparcar y acercar a su hijo hasta la puerta. O incluso el niño ir andando o en bicicleta por un camino en el que tanto él como su familia se sientan seguros».

La iniciativa contempla la generación de «áreas estanciales» en el entorno de los colegios, «con un modelo de intervención uniforme, reconocible para la ciudadanía», que incluya la instalación de aparcamientos para bicicletas y patinetes y una «revegetación con arbolado y plantas». También restringir o eliminar los aparcamientos más próximos «con criterios generales, como por ejemplo suprimir los que estén a menos de cien metros»; reducir a 30 kilómetros por hora la velocidad de las calles colindantes y reforzar el control policial sobre las dobles filas o los aparcamientos sobre la acera. «Lo que pasa ahora cada mañana a las puertas de cualquier colegio es muy poco seguro para los niños», remarcó Martín.

Aparte se fomentará que los niños acudan a los centros caminando o en bicicleta, diseñando para ello itinerarios seguros y recorridos en grupo con la compañía de un adulto, con rutas prefijadas a pie ('pedibús') o en bicicleta ('bicibús'). Se contará con la colaboración de voluntarios, policías e incluso aplicaciones móviles que avisen a los padres cuando el alumno llega al centro.

Martín avanzó además que la redacción del nuevo Plan de Movilidad llevará 14 meses y su aprobación podría llegar a finales de 2021. Incorporará «planteamientos que se han abierto a partir de la COVID» y un análisis del impacto sobre la movilidad que tendrá el metrotrén, del que carecía el borrador elaborado el pasado mandato y que no se pudo aprobar por carecer de estudio ambiental. Ese trabajo «será el documento de partida» del nuevo plan, y una de las alternativas que se analicen en el proceso de evaluación ambiental.