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La UTE Dique Torres juzga «irrelevante» que se retrasara el sobrecoste por las elecciones

La UTE Dique Torres juzga «irrelevante» que se retrasara el sobrecoste por las elecciones

La empresa que amplió El Musel afirma que la Audiencia no es competente para analizar una posible «mala gestión o negligencia»

RAMÓN MUÑIZ

GIJÓN.

Domingo, 15 de julio 2018, 01:23

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La magistrada-juez Carmen Lamela propone cerrar la investigación sobre la ampliación de El Musel abriendo juicio por fraude y prevaricación contra 25 responsables de la misma. Asume un relato de hechos presentado por el fiscal y que, según los investigados, incurriría en tergiversaciones y hechos que no son competencia de la Audiencia Nacional.

En ello abunda el recurso de los abogados que defienden a los 20 trabajadores de las constructoras de la obra, coaligadas como Unión Temporal de Empresas (UTE) Dique Torres. Tras revisar el auto, los letrados identifican veintidós cuestiones que «a los efectos de este procedimiento, son intrascendentes».

Según su respuesta, carece de relevancia penal que «algunas voces hayan cuestionado interesadamente (siempre 'a posteriori', nunca antes de su realización ) la necesidad y oportunidad de las obras de ampliación». Tampoco es importante para el pleito que el Abogado del Estado diera por buenos los pliegos que regularon el concurso sin requerir que el plan de inversiones aclarase la financiación del IVA, ni reparar en que una clausura podía contravenir la norma. En la misma lista incluye la valoración que hacen fiscal y magistrada según la cual la comisión encargada de elegir al constructor no siguió «una sistemática uniforme» a la hora de examinar a unos y otros. Tampoco entraría dentro de la materia penal «que a la Autoridad Portuaria, en un determinado momento, no le agradase aprobar el proyecto modificado cuando se aproximaban las elecciones autonómicas» y forzara su retraso.

Todas estas afirmaciones, sostiene la UTE, «son, como poco, sumamente discutibles, y las que no lo son, realmente son inocuas. A todas se les pretende dotar de un significado que no tienen».

La instrucción iniciada en la Audiencia Provincial analizaba la posible existencia de delitos como la malversación, falsedad documental, fraude a la hacienda pública, prevaricación y fraude. De todos ellos, magistrada y fiscal no aprecian pruebas más que de los dos últimos. Su tesis es que hubo una «previa elección subterránea de unas empresas para beneficiarlas con el contrato», y que en cumplimiento de tal concierto se fueron manipulando expedientes y decisiones.

Los letrados de la UTE acceden a ver ahí «la piedra angular» del proceso, pero dan por probado que «no hubo jamás ningún tipo de acuerdo o entendimiento irregular» entre las partes. La relación fue «la propia de una dirección de obra particularmente exigente y un contratista que se enfrentaba a la ejecución, en condiciones adversas, de la mayor infraestructura portuaria construida jamás en España». El director de la obra, José Luis Díaz Rato «estuvo lejos de ser complaciente o de ponerse de lado de los intereses de la contratista», y solo esa tensión entre las partes resultaría coherente con el hecho de que al terminar el trabajo El Musel aprobase una certificación negativa reclamándole a la UTE cien millones. Con esta lógica la empresa da por desmontado el «pacto delictivo» que se les atribuye y que supondría el contorno de un proceso penal. Una vez descartados los delitos, los letrados entienden que el fiscal y la magistrada arman sus escritos con cuestiones que «quedan extramuros del derecho penal». «Si de lo que se trata es de una mala gestión, de negligencia en la administración de fondos públicos, o de actuaciones cuestionables desde el punto de vista administrativo, no es este procedimiento el adecuado para dar cauce a tales censuras». Deliberar sobre esas materias es la competencia del «orden contencioso-administrativo, la jurisdicción contable que ejerce el Tribunal de Cuentas, y las responsabilidades políticas que asumen los que no llevan a cabo una gestión adecuada del interés general», apuntan.

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