El discapacitado que denunció una violación «debería estar en un centro especializado»

«Se trata de una persona cuya discapacidad está derivada por una enfermedad mental. Como se hace siempre en este tipo de casos, el chico lleva una vida normalizada». Así aclaraban ayer desde la Consejería de Derechos y Servicios Sociales la situación en la que se encuentra el discapacitado cuya familia ha interpuesto una denuncia contra el Principado por un presunto delito de abandono. La querella estaba motivada a su vez por la supuesta violación que sufrió el hombre durante una salida «no controlada» por los responsables de su cuidado.

Todavía sin que les haya sido notificada la denuncia, la administración reconoce tener la tutela del joven, gestionada desde la Fundación asturiana de atención y protección a las personas con discapacidades y dependencias (Fasad), pero matiza que lleva una vida hasta cierto punto independiente. «Vive en una pensión, donde pernocta y tiene garantizada la alimentación. El chico asiste a tratamiento controlado y desde Fasad se tiene contacto con él periódicamente», afirma la consejería.

La explicación aportada por el Principado contrasta con la sentencia por medio de la cual se daba forma a la cesión de la tutela del hombre, el cual pasó hace un año de estar bajo responsabilidad de su madre a estar a cargo de Servicios Sociales. «Carece de conciencia de enfermedad, no realizando seguimiento de pautas alimenticias y precisando de supervisión para el manejo de medicamentos. (...) no es capaz de comprender la mayor parte de situaciones esenciales y variadas de la vida diaria, necesitando supervisión y ayuda para casi todas ellas», se puede leer en el auto al que ha tenido acceso EL COMERCIO y que cierra de forma contundente: «Debe autorizarse el ingreso del demandadado en un centro adecuado a sus circustancias».

Respecto a estas circunstancias, el magistrado que dictó su incapacitación se muestra contundente respecto a la valoración del hombre, avalada por los correspondientes peritos. «(...) padece deficiencias persistentes de carácter físico y psíquico que le impiden gobernarse por sí mismo (...) padece retraso mental u probable síndrome de Asperger», detalla en el auto, donde también advierte que el sujeto «precisa supervisión para las actividades de autocuidado, como aseo personal, vestirse, comer, desplazarse...».

Todo ello sumado a la avanzada edad de su madre y la imposibilidad de esta para hacerse cargo de su hijo desembocaron en el proceso de cesión de la tutela por el que el Principado se hizo cargo del hombre. Sin embargo, ahora su familia, tras denunciar en la Policía la posible violación sufrida por el discapacitado, ha decidido querellarse también contra la administración al considerar que no se está controlando debidamente la vida diaria del chico. «Fruto de tal desatención y falta de control el pasado día 27 fue objeto de una sodomización forzada», expone la madre del hombre en escrito remitido a la Fiscalía Superior de Asturias.