La ejecución de inversiones presupuestadas no llegó al 50% el pasado año

La concejalía de Hacienda presentó ayer en comisión el informe de ejecución presupuestaria correspondiente al cuatro trimestre y último, por lo que se pueden tomar como cifras a cierre de año. De estos documentos lo más relevante siempre suele estar en el porcentaje de ejecución de las los capítulos 6 y 7, o sea, los que corresponden a las inversiones reales y las transferencias de capital (el dinero que se da a empresas municipales, organismos autónomos o a terceros para que ejecuten inversiones).

Pues bien, nuevamente este dato no ha llegado al 50%. No se ha puesto en marcha ni la mitad de lo contemplado, en este caso en la prórroga presupuestaria con la que acabó el mandato socialista. Del tercer trimestre al cuarto, ya con otro gobierno al frente del Consistorio, se ha pasado del 27% de ejecución al 45,89% con el que finalmente ha cerrado el año.

¿Mucho o poco? El análisis puede dar para explicaciones que justifiquen tanto una cosa como la otra. Por un lado, que lo que se pinta en un presupuesto para invertir en la ciudad no llegue ni al 50% como tónica habitual ya habla por sí solo. Es cierto que, en año electoral, y si cambia el partido, puede ralentizarse el ritmo por el mismo engranaje del día a día y porque las prioridades de inversión no tienen que ser las mismas. En cualquier caso, las inversiones con cargo a crédito quedan como financiación afectada, es decir, ese dinero es para la obra que se solicitó y no se puede destinar a otra. Como mucho se pueden hacer retoques. Por ejemplo: si es para hacer un pabellón de deportes, se pueden hacer modificaciones en el proyecto, pero no dejar de usar ese dinero para hacer un parque. Dicho esto, con todo el porcentaje de ejecución se ha quedado muy cerca del correspondiente a 2022. Entonces fue del 47,44%.

También sobre ese mucho o poco, el estirón en el último trimestre es lo habitual. El primer semestre, aprobados los presupuestos, suele destinarse a licitar, después a empezar las obras y certificar. Así que la ejecución no se cierra hasta finales de año.

Por su parte, el gasto ejecutado de transferencias de capital (el capítulo VII) sí quedó mejor parado en 2023 que 2022. El 52,42% frente al 41,90% (9 millones frente a 7,3). Otro de los datos llamativos que deja el informe es que se ha agotado el fondo de contingencia, que está dotado de 500.000 euros, es obligatorio por ley y está contemplado para cubrir imprevistos.

Los porcentajes de ejecución del resto de capítulos entran en lo lógico: gastos de personal (97,89%), gastos corrientes (81,93%), financieros (97,30%) y las entregas a cuenta (97,07%). Lo mismo sucede con los ingresos. Los impuestos directos se quedaron en el 102,66% y los indirectos en un 87,54% (en este caso por debajo del año anterior, que cerró al 102,02%).

En el informe se recuerda que todas estas cifras se basan en el presupuesto prorrogado de 220 millones y que se han hecho modificaciones de crédito por importe total de 102,5 millones, lo que supone una variación del 46,56% sobre los créditos iniciales. Los definitivos ascienden a 322,8 millones frente a los 315 del ejercicio anterior.