El emblemático edificio que Isak Andic recuperó en la calle Corrida de Gijón
El empresario, fallecido hoy, compró el local en 2014 con una venta que reflejó por aquel entonces el valor histórico y potencial de la ciudad
Tras la muerte de Isak Andic, las miradas asturianas ponen el foco en la emblemática calle Corrida donde antaño se situó el edificio Banesto y posteriormente una tienda de ropa Mango propiedad del empresario turco-israelí que ha fallecido hoy a los 71 años en un accidente.
Su lazo a Asturias a través de una de las joyas arquitectónicas de la ciudad reflejó por aquel entonces su valor histórico y potencial comercial en un inmueble, catalogado y protegido como patrimonio arquitectónico con un importante legado artístico en su interior lo que lo convirtió en una apuesta por el renacimiento de un símbolo de Gijón.
Construido en el siglo XX, el edificio de Banesto en la calle Corrida número 28 ha sido testigo del desarrollo urbano y social de la villa. Con una fachada imponente y detalles arquitectónicos únicos, es un ejemplo del eclecticismo propio de la arquitectura bancaria de dicho siglo y por donde numerosos turistas han pasado para ver lo que fue una de las sedes más importantes del Banco Español de Crédito (Banesto), un espacio que no solo representaba la pujanza económica de la época, sino también un lugar de referencia para la comunidad local.
Su catalogación como bien protegido garantiza la conservación de sus elementos arquitectónicos más destacados, como sus columnas, detalles ornamentales y vidrieras de estilo clásico que la cadena supo mantener en esencia con la supervisión de Andic.
Además, en el portal del edificio se pueden apreciar azulejos cerámicos provenientes de Talavera de la Reina, una muestra exquisita del arte cerámico que añade un valor artístico adicional al inmueble.
Más allá de su majestuosa fachada, el edificio también esconde un tesoro en su interior que Mango supo aprovechar en 1.000 metros cuadrados llenos de elementos artísticos, como murales, frescos y mobiliario original de gran valor que a día de hoy permanecen protegidos y que fueron fundamentales para aportarle un carácter único a la tienda de Mango en Gijón.
La escalera que alberga en su interior fue diseñada por los arquitectos Juan Manuel del Busto y Miguel Díaz Negrete. Está adornada con cinco murales de más de dos metros de altura, obra del pintor local Mariano More, que representan los pilares de la economía regional: pesca, ganadería, comercio, agricultura e industria.
El edificio que compró Isak Andic por 6,2 millones de euros no solo guarda historia arquitectónica, sino que tamibén fue testigo de diversos acontecimientos y curiosidades a lo largo de los años.
El 14 de noviembre de 2006, la oficina principal de Banesto fue escenario de un atraco a mano armada. Dos individuos ingresaron en la sucursal y, tras amenazar al personal y a los clientes, lograron sustraer una cantidad significativa de dinero. Posteriormente, fueron detenidos y condenados a siete años de prisión cada uno.
Sin embargo, en 2018, Mango vendió el edificio a un inversor nacional por 8 millones de euros, obteniendo una ganancia significativa en la operación. A pesar de la venta, la marca continuó operando en el mismo lugar bajo un contrato de alquiler que prosigue aún hoy.
