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El paso de Nuestra Señora de la Soledad, porteado por cofrades del Santo Sepulcro, a su salida de la iglesia de San Pedro.

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El paso de Nuestra Señora de la Soledad, porteado por cofrades del Santo Sepulcro, a su salida de la iglesia de San Pedro. Arnaldo García
Semana Santa 2025

La emoción arropó los ecos de la Soledad en Cimavilla

A golpe de tambor ·

Un centenar de fieles siguieron la procesión más madrugadora, que leyó los cinco misteriorios gloriosos del Rosario

María Agra

Gijón

Sábado, 19 de abril 2025, 19:23

No hubo de qué preocuparse. El tiempo acompañó y los fieles pudieron respirar tranquilos este Sábado Santo durante todo el recorrido de la Soledad de María por las calles de Cimavilla, en Gijón. El sol apuntaba directamente sobre el lateral derecho de la iglesia de San Pedro cuando el paso de San Juan Evangelista, ataviado con su manto y sus flores granates, salió a hombros de los porteadores de la Santa Misericordia. Eran las nueve y un minuto de la mañana. Delante, los cofrades de la Santa Vera Cruz marcaban el paso y abrían camino en el barrio alto.

Llegó entonces el momento más especial. Los cerca de un centenar de devotos que se agolpaban en el Campo Valdés para seguir la procesión enmudecieron al ver la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, cubierta por un manto negro que simboliza el luto por la muerte de su hijo, a su salida del templo. Fue llevada por dieciséis porteadores del Santo Sepulcro y respaldada, como novedad, a golpe de tambor por un cofrade de la Santa Vera Cruz. El sacerdote de San Pedro, José Antonio Álvarez, fue el encargado de dirigir el rezo del Rosario con los cinco misterios gloriosos: la resurrección, la ascensión, la venida del Espíritu Santo, la asunción y la coronación de la Virgen. En cada uno de ellos, un padrenuestro, diez avemarías y un Gloria.

El paso de San Juan Evangelista, a hombros de la Santa Misericordia, en la calle del Rosario. Arnaldo García

La procesión más madrugadora de la Semana Santa asturiana recorrió el Campo Valdés y las calles de Sebastián Miranda, Cruces, Rosario y Óscar Olavarría, culminando en la capilla de la Soledad. Envuelta por un fuerte olor a incienso, entre verdugos y capirotes, a su paso se fueron sumando cada vez más personas, tanto gijoneses como turistas, atraídos por la solemnidad y el recogimiento que tan bien representan el dolor de la Virgen.

Un empaque «de nivel»

«Fue un relax», agradeció Alejandro Vallaure, maestre del Santo Sepulcro. «No tuvimos que estar mirando al cielo, que ya es mucho, y yo solo quería que todo el mundo lo disfrutase. Este es el momento más tranquilo y relajante de la Semana Santa», destacó. Lo certifica el silencio que la acompañó durante todo el camino, interrumpido únicamente por los rezos del Rosario, el sonido de los báculos que marcan el paso de las hermandades y, este año, también un tambor, que «le da un empaque de mayor nivel», valoró el maestre, «encantado» tras el éxito de la jornada.

Vía crucis en Somió

No fue la única procesión del sábado. A mediodía tuvo lugar un vía crucis dentro de la iglesia de San Julián de Somió, presidido por el párroco Luis Muiña. Los feligreses rezaron y cantaron en cada una de las 14 estaciones de la crucifixión de Jesucristo. «Había bastantes personas, porque con tantos oficios y ceremonias no es fácil que la gente vaya a todo», señaló Soledad Lafuente, presidenta de la asociación de vecinos de San Julián de Somió.

Vía crucis en la iglesia de San Julián de Somió. Jesús Manuel Pardo

«Fueron unas ceremonias muy guapas dentro de lo que es la parroquia y la gente está contenta». Además, en estas fechas la iglesia cambia de ornamentación. «Primero se pone el monumento, luego la Virgen Dolorosa con la cruz y ya está todo muy guapo y festivo, con muchas flores y muy bien adornado», remarcó.

Por la tarde, las  iglesias de San Pedro y San Julián de Somió albergaron una vigilia pascual, preludio del Domingo de Resurrección.

El domingo, la procesión del Encuentro de la Resurrección

El domingo tendrá lugar la procesión del Encuentro de la Resurrección. Tres pasos saldrán para encontrarse a las 12.30 horas en el Campo Valdés. El paso de la Resurrección partirá de la Basílica del Sagrado Corazón a las 12 horas; el de la Virgen de la Alegría saldrá de la capilla de la Soledad, en Cimavilla, también a las 12 horas, y el de San Pedro Apóstol lo hará desde la iglesia de San Pedro a las 11.45 horas. La previsión de lluvia augura «el peor día de todos», pero hasta un cuarto de hora antes los cofrades no decidirán si finalmente salen o no.

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