La familia del fundador de la Compañía de Comedias pide a Gijón un reconocimiento

María Jesús y Begoña Rodríguez Meré, nietas del actor José Manuel Rodríguez (1903-1946), considerado el fundador de la Compañía Asturiana de Comedias, entregaron ayer el archivo documental de la obra de su abuelo al Museo del Pueblo de Asturias. El archivo del actor y director de la compañía teatral más antigua de Asturias consta de cientos de documentos datados entre 1928 y 1946. Todos habían permanecido en la familia por iniciativa de José Manuel Rodríguez Barrera, hijo del actor, fallecido en 2016. Ayer, sus hijas hicieron entrega de este legado para que sea parte del fondo documental del museo.

La donación consta de 110 obras de teatro mecanografiadas y manuscritas de los autores Eladio Verde, Emilio Menéndez, José Victor Carreño, Manuel Antonio Arias y Manolo Llaneza, entre otros autores de la época.

También hay aproximadamente 40 publicaciones de teatro impresas y manuscritas, dos diarios de las actuaciones que se llevaron a cabo bajo la dirección de Rodríguez (entre 1939 y 1942), tres libros de cuentas de los años 1935 a 1946, correspondencia personal del director y más de 600 programas de representaciones en Asturias y Madrid recopilados en un álbum. Además, se incluyen 240 fotografías de actores de la época y de su entierro en Gijón «al que acudieron miles de personas que lo admiraban», dijo Joaquín López, director del museo.

José Manuel Rodríguez era natural de Arriondas, pero se crió en Gijón, comenzando en el mundo del teatro en grupos de aficionados. En 1929 ya era reconocido como «líder del naciente teatro asturiano», expresó Jesús Menéndez Peláez, catedrático honorífico de Literatura de la Universidad de Oviedo, quien recordó cómo, a lo largo de la historia, el teatro costumbrista o popular de la Compañía Asturiana de Comedias ha sido «denostado académicamente por los intelectuales».

Menéndez Peláez aprovechó la entrega del archivo para pedir que la figura de José Manuel Rodríguez sea recordada en un lugar público, para «recuperar la memoria histórica». Las nietas del actor también se unieron, emocionadas, a esta petición al Consistorio. «Nos gustaría que en Gijón reconociesen algo a mi güelo, por el trabajo que realizó», dijo Begoña mientras su hermana María Jesús la secundó: «Una calle, una plaza... Hay un proyecto maravilloso de cuando él murió que ye el pegoyu de un hórreo con una aldeana llorando al lado. El artista José Manuel Busto hizo la escultura y escribió unas palabras preciosas. Después todo quedó en nada (...) No creo que lo retomen, no hay dinero».

Alberto Ferrao, concejal de Educación y Cultura, dijo que «las donaciones reflejan el compromiso de la ciudadanía para hacer archivo e historia y la confianza en las institucoines». Sobre la posibilidad del homenaje, anotó que acudía «para escuchar».