«Estos dos años de pandemia han causado una debacle en el alumnado»
María González Feito, Presidenta de la FAPAS-Xixón (AMPAS de centros públicos) ·
«Hay incluso quejas del profesorado. Se necesita un refuerzo ahora: si esperamos llegaremos tarde para una generación»Su hija mayor ya está en la Universidad, donde, bromea, no vendría mal una AMPA. María González Feito (Gijón, 1977) preside desde octubre de 2020 ... la federación de ampas de centros públicos de Gijón, FAPAS-Xixón.
-Queda poco menos de un mes para terminar este curso. ¿Cómo ha sido?
-Bastante más tranquilo que los anteriores, aunque todavía falta un poco para retomar la normalidad por completo. Algunos coles aún aprovechan esta coyuntura para limitar el acceso a las familias.
-¿Qué consecuencias puede tener el que las familias tengan el acceso limitado?
-Al final somos parte de la comunidad educativa y si no sabemos qué problemáticas tienen los centros, si no somos conscientes realmente de las necesidades, de lo que pasa dentro de los centros, no podemos ayudar.
-Vuelven las fiestas de fin de curso y muchas serán sin padres.
-Sí, las familias quieren participar pero hay unos cuantos colegios que aún no les dejan acudir y que limitan las fiestas al horario lectivo. En realidad, la normativa no alteró la cuestión del acceso a las familias, lo dejan un poco a criterio del centro y claro, cada dirección es un mundo.
-Ahora que hemos recobrado cierta normalidad, ¿se ven en los niños los efectos de la educación en pandemia?
-Muchísimo. En Secundaria, la semipresencialidad tuvo un efecto importante: mucha apatía, dejadez en el alumnado... Perdieron totalmente las rutinas y les va a costar retomarlas. Los que ya eran de estudiar seguirán haciéndolo, pero aquellos a los que les costaba un poco más se quedan atrás y hay que reengancharlos al sistema.
-¿En Primaria también se nota?
-Sí, aunque no tanto porque los cursos son más correlativos y sirven de refuerzo.
-¿Creen necesario tomar medidas al respecto?
-Ya lo hemos hablado con la consejería, porque hay incluso quejas del profesorado. Nos dijeron que en los próximos años reforzarían el sistema de apoyos a través de especialistas de Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje. Pero debería actuarse a corto plazo: hay institutos con mil alumnos y apenas un orientador.
-Urge reforzar los apoyos para compensar estos dos años.
-Sí, porque estos dos años de pandemia han supuesto una debacle para el alumnado, que ahora necesita un refuerzo importante y a corto plazo. Eso pedimos desde la federación, que se priorizara porque es algo necesario ahora e igual dentro de unos años llegamos tarde a esta generación.
-Esta semana, un grupo de padres del colegio Federico García Lorca protestaba por la agresividad de un alumno...
-No teníamos conocimiento del caso. Intentaremos ponernos en contacto con las familias afectadas. Quizá hubiéramos podido actuar antes, como ocurrió con el alumno del Santa Olaya.
-¿Estos casos evidencian una insuficiente atención a la diversidad?
-Sí. Nunca es suficiente el apoyo a la diversidad, y con los casos de problemas de conducta no se les llega a tratar correctamente. Hay para casos de niños con trastornos autistas, Asperger o discapacidades físicas, pero para los niños con problemas de conducta falta un protocolo claro. No podemos andar trasladándolos de centro ni expulsándolos porque al final es pasarse la bola unos a otros y no es una solución.
-¿Qué debe hacerse entonces?
-Hay que empezar por la familia: valorar qué situación tiene ese niño en casa, qué problemáticas tiene de raíz. Cambiarlo de centro no soluciona nada porque el problema se traslada con el niño.
-En enero se derrumbó el colegio San Vicente, lo que propició un debate sobre la necesidad de revisar el estado de los colegios...
-Hay centros públicos que tienen muchos años y están muy deteriorados. El Honesto Batalón, en Cimavilla, está prácticamente a la intemperie. El Xove es uno de los más antiguos y el año pasado se les inundó el comedor... Tenemos por delante tres meses de verano para revisar las instalaciones, reformarlas y que puedan empezar el curso en condiciones. Es una pena que se deterioren los centros públicos.
-¿Han funcionado bien los comedores?
-Sí, no ha habido grandes problemáticas y la semana que viene, seguramente, se decida la prórroga de la concesión a Serunion. En junio y septiembre, los comedores de la consejería no prestan servicio, así que pedimos también que se busque una solución. En principio, se valorará incluir esos meses de cara al próximo contrato y el Ayuntamiento está dispuesto a llegar a un acuerdo para prestar ese servicio.
A favor de la Lomloe
-El 30% de las plazas de 3 años ofertadas en Gijón han quedado sin cubrir. Esto obliga a los centros casi a 'competir' por atraer al alumnado...
-Es triste que en los centros públicos tengas que ir casi al mejor postor. La situación, ya lo dijimos en la Comisión de Educación, debería aprovecharse no para quitar aulas, como ocurrirá el próximo curso, sino para bajar las ratios. Sería mucho mejor para los alumnos, los docentes y para los propios centros, porque recuperar las aulas perdidas es muy difícil y les aboca a desaparecer.
-Cuando podrían dar una educación más personalizada.
-Sí. Y los niños que entran ahora son niños de pandemia, que vienen de socializar menos, seguramente con más problemática, por lo que sería mucho más sencillo trabajar con ellos en grupos reducidos.
-¿Qué opina la consejería?
-La contestación es que «todo es mejorable» (risas).
-¿La Lomloe también?
-A priori lo vemos bien: que no se les califique con nota, sino por su evolución; el trabajo por proyectos es mucho mejor y la educación cívica muy necesaria.
-¿Contribuirá a equilibrar las diferencias entre centros?
-En ese sentido aún es un poco ambigua, queda en el aire.
-Con la anterior consejera no llegó a entenderse. ¿Cómo es su relación con Lydia Espina?
-Buena, es bastante cercana, siempre está dispuesta a hablar. Y cuando tuvimos incidencias se nos contestó siempre, la solventaran o no.
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