La federación vecinal solicita participar en el ordenamiento de aforos de las playas urbanas

Esperamos que se transmitan ideas y se abran a propuestas». La Federación de Asociaciones de Vecinos de Gijón (FAV) reclamó ayer poder participar desde la sociedad civil en el diseño de las medidas que se adoptarán este verano para ordenar y controlar los aforos a las tres playas urbanas de forma que se garantice la distancia de seguridad entre los usuarios. Su presidente, Manuel Cañete, destacó que la voluntad de colaborar con el poder politico para afrontar las consecuencias de la crisis del coronavirus está en la base del manifiesto 'Un Gijón de todos y todas'. El documento recientemente presentado que busca un gran acuerdo político y social para afrontar la reconstrucción de la ciudad y combatir con iniciativas los efectos de la pandemia.

En opinión de Cañete, «desgraciadamente el 'buenismo' administrativo, apelar a la responsabilidad de la gente, no va a ser la solución, pues una minoría siempre podrá dar al traste con todo». «El caso de San Lorenzo es muy complejo por las mareas. Cabe reforzar los controles de acceso y ocupación y poco más. La patrulla playera será necesaria y posiblemente delimitando con cintas de acotación, de esas que usa la Policía Local para eventos, se puedan marcar líneas generales», indicó.

La alcaldesa aseguró anteanoche en el programa la 'Lupa', de Canal 10, que una de las soluciones que se está estudiando es el uso de tecnología para «demarcar zonas en las playas y jugar con la capacidad y los tiempos máximos de estancia».

Si finalmente se decanta por esta opción, la herramienta tecnológica se desarrollaría por empresas de la Milla del Conocimiento. No obstante, antes de tomar una decisión en la Comisión Técnica del Litoral, antes del 15 de junio, el gobierno local quiere cotejar experiencias de otros municipios. En el campo tecnológico ha tenido repercusión nacional, por el uso de inteligencia artificial, el sistema que va a desarrollar el municipio malagueño de Fuengirola. Allí se utilizarán este verano entre 40 y 50 sensores para siete kilómetros de playa. Un programa informático dividirá el arenal en cuadrículas virtuales y gracias a los sensores se realizarán mediciones del volumen 3D de las personas que entran y salen. La aplicación marcará con los colores de un semáforo el nivel de concurrencia en tiempo real.