El barrio de Cimavilla, en Gijón, lleva la fiesta hasta Fleming
El barrio alto cerró sus festejos con la tradicional ofrenda floral al busto. El Coto y Moreda se despidieron con sendas comidas multitudinarias
Cimavilla, Moreda y El Coto pusieron fin a sus festejos este domingo. El barrio alto de Gijón los cerró con su tradicional ofrenda ... floral a Fleming, colofón de los once días de celebraciones de Nuestra Señora de la Soledad y Los Remedios. Aunque a más de uno de los participantes se les alargó la noche del sábado, a la hora estipulada todos estaban ya situados en la Cuesta del Cholo para dar inicio al recorrido. Pero eso no bastó. Porque, como también suele ser ya tradición, el desfile no pudo comenzar en el horario establecido mientras se esperaba a la Policía Local para dirigirlo.
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Tras la demora, sardineres, cabezudos, introcharangueros y un coche engalanado con globos y guirnaldas que cerraba la comitiva, comenzaron a avanzar rumbo al parque de Isabel la Católica, donde se encuentra el busto del descubridor de la penincilina inaugurado hace ya 70 años por su viuda, Amalia Voureka, que visitó Gijón para la citada ocasión.
La marcha recorrió la plaza del Marqués y Muro hasta llegar al parque. Lo hizo ante la atenta mirada de gijoneses y turistas curiosos que se acercaron para ver de dónde procedía la música, porque si algo saben hacer los de Cimavilla es hacerse oír. La animada batucada alentó a algunos miembros del público a seguir el ritmo e incluso imitar algunos de los pasos de baile que los mismos Introcharangueros llevaban preparados.
Una vez que la comitiva llegó al parque, Borja Fernández, 'El Yoyu', trepó hasta el busto del médico escocés y depositó casi una veintena de ramos que los vecinos de Cimavilla llevaron en la marcha. Al grito de «¡Viva Fleming!», niños y adultos dieron por finalizada la ofrenda.
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Rápidamente pusieron rumbo al barrio alto, donde en la carpa de la Atalaya arrancaba la gran sardinada para cerrar los festejos. Entrada la tarde, la procesión de la Virgen de la Soledad congregó a cientos de feligreses que acompañaron con gran devoción la sagrada imagen por las calles del barrio pesquero.
Pasito Show y Holi Party
Por su parte, El Coto y Moreda pusieron el broche final a los festejos con sendas comidas populares. En El Coto se contabilizaron en torno a 700 personas congregadas en la plaza de la República. Entre ellas la alcaldesa, Carmen Moriyón, acompañada de una gran representación municipal. El domingo festivo lo terminaron con la orquesta Pasito Show.
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El largo y ancho del parque de Moreda se llenó de sillas y mesas para acoger su comida. No faltaron los bollos preñaos, las tortillas y las empanadas. Pensando en los más pequeños, la tarde contó con jugos populares, hinchables y una Holi Party.
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