Fuego en la chocolatera
Hasta dos horas tardó en poder extinguirse un enorme incendio, declarado durante la noche, en la fábrica de La Gijonesa
Sábado, 15 de octubre 2022, 00:36
Mal traslado tuvo 'La Gijonesa'. Fundada en 1888 en la calle de la Libertad, recuerda Claudia Prieto en su estudio sobre las fábricas de chocolate asturianas que menos de una década después, en 1897, acabó por trasladarse a la calle Cabrales, en la carretera de Ceares. Y allí, pocos meses después, ardió. No del todo, afortunadamente, pero de forma muy aparatosa, según informó EL COMERCIO de hace hoy siglo y cuarto. «Como a las diez de la noche de ayer se declaró un formidable incendio en el edificio de nueva construcción que ocupa la fábrica de chocolates 'La Gijonesa', propiedad de los señores Pirez y Alonso». Dieron anuncio del fuego, según decía el rumor popular, dos mozos que volvían de la aldea, y que dieron aviso a los dueños de la fábrica. En un mundo sin móviles ni 112, la empresa no fue, sin embargo, difícil: estos vivían «en la parte del edificio destinada a vivienda».
Peligraban, por tanto, también sus vidas. No hubo daños personales que lamentar, por fortuna, pero también de milagro. Los industriales se pusieron a salvo en la casa de Ricardo Menéndez Perales, inmediata a la fábrica, y, mientras tanto, llegaron los bomberos del retén. Sorpresa mediante: personados en La Gijonesa, descubrieron «que en las inmediaciones del sitio del siniestro no había bocas de incendio y por lo tanto era necesario buscar el agua a larga distancia, enchufando mangas; así se hizo, teniendo que colocarlas en un trayecto de unos 300 metros».
Impulsado por el viento sur, el fuego se enseñoreó en la fábrica, «llegando a temerse que se apoderaría de todo el edificio». Estalló la alarma. Curiosos, bomberos y guardias urbanos se turnaron para poner a salvo del fuego los muebles, máquinas y dulces existencias de la fábrica, y solo pudo extinguirse el incendio al cabo de dos horas, «después de grandes esfuerzos y de conseguir que el agua prestase servicio, quedando intacta la parte de vivienda del edificio y destruida la restante en el piso superior». Un incidente preocupante: en el lugar del siniestro se llegó a personar el alcalde, la artillería y la infantería. Y ahora... las responsabilidades.