Garantiza el «encaje» del soterramiento hasta La Calzada para hacerlo «viable»

La alcaldesa, como hizo por la mañana el portavoz del gobierno local, Fernando Couto, aseguró que las negociaciones con el Ministerio de Fomento se encuentran «en la recta final» para «dar encaje» a dos cuestiones en el nuevo convenio del plan de vías que sustituirá al que lleva vigente desde hace 15 años y que se firmó cuando fue creada la sociedad Gijón al Norte. Todo ello, garantizó, sin salirse de los parámetros de viabilidad económica que estaban recogidos en el primer acuerdo entre administraciones. Unos 80 millones de euros, según recordó la regidora de Foro, que debían soportar a partes iguales tanto Ayuntamiento como Principado por el 25% que aportan de capital a Gijón al Norte si no se vendía nada de suelo. Una cuantía que se rebajó a un máximo de 65 millones (de nuevo si no se vendía una sola parcela) de impacto económico para las dos administraciones distintas a Fomento, según anunció el propio ministro Íñigo de la Serna el pasado mes de junio en la ciudad.

«No nos importa retrasar unas semanas más la firma del nuevo acuerdo económico para encajar todas las piezas del puzzle y aprovechar una oportunidad histórica que tenemos al alcance de la mano y que, si se pierde ahora, ya no volverá jamás», expuso, indicando que los dos aspectos que están demorando las negociaciones son dos. Por un lado, la ampliación del soterramiento de las vías hasta el apeadero de La Calzada y, por otro, la rebaja de valoración de los terrenos del 'solarón', anticipada ya por la multinacional inmobiliaria Knight Frank, que obligaría a revisar a la baja asimismo la previsión de ingresos que se espera obtener por los aprovechamientos urbanísticos donde se prevé construir cientos de pisos nuevos.

Respecto a la intención de comprar la sede del Puerto del Muelle, explicó que «está totalmente descartado, porque la oposición opina que no es necesario adquirir más patrimonio tras Quinta La Vega».

En lo que concierne a la recuperación de la autopista del mar con Francia fue franca: «Ahí es donde menos podemos influir de todos los proyectos. O es Balearia o nadie más. Esa es la realidad en su punto exacto», concluyó.