Gijón se fija en el modelo de Niza, con un carril de circulación en el paseo marítimo

Los soluciones aplicadas en esas ciudades fueron dispares. En Barcelona se soterró la circulación por un túnel de dos carriles que soporta un tránsito de 80.000 vehículos diarios, si bien se ganó para el paseo el Moll de la Fusta, que tiene una anchura de 50 metros. En La Coruña también se soterró el tráfico en la Dársena de la Marina, con lo que se logró ganar un espacio en superficie que se dedica al ocio y al paseo. Palma de Mallorca optó por una solución en superficie, aunque reduciendo el tránsito a cuatro carriles (la mitad que antes) para asumir el paso de 40.000 vehículos al día.

Pero parece que lo más parecido a Gijón es Niza. La localidad francesa fue más radical, acometiendo la semipeatonalización de la fachada marítima y desviando el tráfico hacia el interior. De esa manera, en la franja litoral solo dejó un carril de servicio en superficie para menos de 10.000 vehículos diarios. Esa solución se adoptó porque cuenta con una distancia de 30 metros entre la playa y los edificios.

En Gijón esa distancia oscila de 30 a 35 metros, según el lugar, y de manera provisional se ha adoptado la misma solución, es decir, dejar un único carril para la circulación de vehículos.

Según el responsable del plan de movilidad, Manuel Pineda, con motivo de la pandemia sanitaria, el Ayuntamiento de Gijón «se planteó la introducción de elementos tácticos de mejora» en el Muro, ya que tras el confinamiento «se produjo una movilidad más de proximidad, tanto a pie como en bicicleta, al tiempo que aumentó la sensibilidad medioambiental». Otro factor que juega a favor dejar un solo carril en el Muro es que «a un lado hay una zona de baja densidad de población, como es Somió», con lo que las necesidades no son tan altas como hacia el oeste de la ciudad.

Pero en el otro lado de la balanza es que cualquier restricción del tráfico que se realice en el Muro repercute prácticamente en toda la ciudad, pues los vehículos se han de desviar por calles del interior. «Lo importante no es solo que el Muro sea accesible, sino que también lo sean los itinerarios que conectan con él», explicó Manuel Pineda.

Los técnicos realizarán un modelo de simulación de cómo se comportará el tráfico en toda la ciudad una vez que se elimine el tráfico del Muro para tratar de encontrar la mejor solución, ya que son conscientes de que la avenida de Rufo Rendueles «afecta a todo el sistema de movilidad de la ciudad y a todos los modos de transporte», según el propio Pineda.