Gijón
Carlos Veraza: «En México, en casa del abuelo, siempre había sidra en cada festejo»El mexicano Carlos Veraza celebró sus 80 años en el restaurante Los Pisones, terreno que antaño perteneció a su bisabuelo
A sus 80 años, el mexicano Carlos Veraza ha cumplido su más ansiado deseo: conocer el lugar donde su bisabuelo y su abuelo habían ... vivido. Un terreno en el que antaño se situaba una gran casa con huerto y que en la actualidad pertenece al restaurante Los Pisones, en la carretera de Villaviciosa, a pocos metros de la entrada del Grupo Covadonga.
Fue en 1911 cuando el abuelo materno de Carlos Veraza, Bernardo Rodríguez, puso rumbo a México con solo 15 años. Regresó en 1927 con intención de quedarse en España, pero el panorama político provocó que poco antes de dar comienzo la guerra civil volviera a América con toda la familia que pudo, dejando a su padre en aquel terreno gijonés donde poco después moriría en medio del huerto a causa de un bombardeo.
Veraza recuerda con gran cariño aquellas tardes de domingo cuando iba a casa de su abuelo en México a ver el fútbol y charlaban sobre aquella vida pasada en Gijón. «Siempre decía que el clima no era muy bueno», ríe. «Pero eso sí, siempre señaló que el lugar era precioso». Veraza resalta que su abuelo recalcaba que «tenía dos tierrinas: México y Gijón», por eso «siempre había sidra en cada festejo familiar».
Vuelta a los orígenes
Entre anécdota y anécdota, dentro de Veraza fue creciendo la necesidad de conocer esa ciudad y esa casa de la que tanto le habían hablado toda su vida. Hace 15 años lo intentó, pero volvió a México con las manos vacías. Su descendiente, Carlos Veraza hijo, quiso planear para su 80 cumpleaños un regalo que su padre no olvidará jamás. «Me estuve informando sobre aquel terreno y organicé un viaje a España alrededor de este motivo». Una vuelta a los orígenes en el que Carlos Veraza padre estuvo acompañado su hijo, su nuera y sus seis nietos, lo que lo hizo mucho más especial. «Tranquila y preciosa», así define Veraza la ciudad de Gijón que conoció hace unos días. Tan feliz fue su estancia que desmiente a su madre, quien solía decir que los sevillanos eran los más simpáticos: «No es cierto, son los gijoneses».
Para su sorpresa, ahora el restaurante Los Pisones se encuentra en aquel terreno, así que organizaron allí la comida de cumpleaños, donde la fabada fue el plato principal. Con un comedor para ellos solos, su hijo señala que «se parecía a una comida en casa, con todos en familia». Tras tan grata experiencia, Veraza ya está pensando en volver a Gijón. «¡Sin ninguna duda!».
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