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Para la historiadora y escritora Carmen Negrín, nieta de Juan Negrín, presidente de la Segunda República (Las Palmas 1892-París 1956), volver a Gijón ... siempre resulta «muy conmovedor». Algo que se debía a un episodio familiar. «Cuando sucedió la revolución de Asturias del 34, la compañera de mi abuelo, Feliciana López de Don Pablo, fue encarcelada en Oviedo. Por aquel entonces él era diputado por Canarias», recordó. Algo que constata las cartas entre ambos recuperadas gracias a la Fundación Juan Negrín, de la que ella es presidenta de honor. «Aunque mi abuelo no había sido proclive a la sublevación, se implicó, como pudo, en ayudar a sus camaradas», añadió.
El motivo de la visita de Carmen Negrín era conmemorar el 94 aniversario de la proclamación, el 14 de abril de 1931, de la Segunda República con una ofrenda floral ante la fosa común del cementerio de El Sucu. El homenaje fue promovido por la Sociedad Cultural Gijonesa y el Ateneo Obrero de Gijón, en esta ocasión con la colaboración del Ateneo Republicano de Asturias, encargados de hacer que Carmen Negrín asistiera al evento aprovechando que se encontraba en Asturias ya que le acaban de concederle la distinción Republicana.
«Mi abuelo no era mucho de ceremonias, pero estaría feliz al ver que la gente no olvida», señaló. Acudió a la cita con su hija y sus nietos. «Los valores de mi abuelo se siguen transmitiendo en mi familia de generación en generación», señaló. Unas creencias en las que «la libertad, la igualdad y la fraternidad» priman por encima de todo. Su abuelo, Juan Negrín, médico de profesión, fue elegido ministro de Hacienda del Gobierno de Largo Caballero en 1936. En 1937, fue nombrado presidente del Gobierno. Durante ese tiempo, Negrín personificó la resistencia de la República, aunque no pudo evitar la derrota y huyó a Francia en 1939, donde tomó parte del 'Gobierno en el exilio'.
El día de ayer era tanto para Carmen Negrín como para las decenas de personas que se encontraban ataviados con banderas, gorras, pines o abanicos con la bandera tricolor de la República, de reivindicación. «No hay que olvidar», defendió Negrín. Sobre todo, a aquellos «que murieron por una causa que sigue estando vigente», recalcó.
Tras su discurso, Daniel García de la Cuesta interpretó el 'Himno de Riego' al violín mientras los allí presentes alzaban el puño. Al finalizar un «¡a por la tercera!», retumbó en el cementerio. Después, ramos con rosas rojas, amarillas y moradas fueron depositadas en la fosa común que allí se encuentra, en la que se estima que estén enterradas «unas 1.400 personas», indicó Luis Pascual, presidente del Ateneo Obrero de Gijón.
Antes del acto, el PSOE gijonés rindió un homenaje en el cementerio civil en el que también hubo una ofrenda floral a las tumbas de Eduardo Varela y Teresa Olay. Más tarde se unieron a la ofrenda floral en la fosa común. En ella estaban Monchu García, secretario general del PSOE gijonés y al concejal del PSOE, Luis Manuel Flórez 'Floro'. También estaban los concejales de IU Javier Suárez Llana y Noelia Ordieres.
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