«Estamos hartos de que se juegue con nuestra salud»

«La central térmica de Aboño tiene una potencia equivalente a 10.000 coches circulando a máxima velocidad», manifestó ayer Lucas Fernández, miembro de la Plataforma contra la Contaminación de Gijón. Esta agrupación congregó a más de 200 personas frente a la Iglesia de Fátima, en La Calzada, para protestar por los altos niveles de polución que sufre la zona oeste. Una polución que, subraya, proviene de la central térmica de Aboño y ArcelorMittal.

«Hace un mes, en el Pleno se aprobó trasladar la estación de medición de calidad del aire a El Lauredal. Ayer, en la última reunión, se rechazó. Se ve que no interesa». En este sentido, Lucas Fernández desgranó los motivos por los que cree que esta reubicación no se ejecuta. «Si la instalasen en El Lauredal, los niveles se superarían de forma constante. Por ello, el Ayuntamiento tendría que activar el protocolo de lucha contra la contaminación». Una medida que, en su opinión, el Consistorio «quiere evitar por todos los medios para tapar y beneficiar a las centrales térmicas». Los manifestantes, molestos con los últimos niveles registrados, reclamaron mayor compromiso por parte del Ayuntamiento: «Estamos hartos de que se juegue con nuestra salud», expresaron.

Desde la Plataforma contra la Contaminación apelan al apoyo del resto de ciudadanos afectados para ejercer una mayor presión sobre el gobierno local y el Principado. «El problema es la dejadez de la gente. Si cuando hay una nube de carbón fuerte llamáramos al 112 solo el 10% de los vecinos de la zona oeste habría 7.000 llamadas y, por lo tanto, haríamos más ruido».