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Los bomberos recuperan un contenedor del río Pinzales junto a las vías del tren, en Fontaciera. JORGE PETEIRO

La intensa lluvia desborda el Pinzales y causa daños en Fontaciera y Sotiello

Las incidencias debidas a la fuerte tromba de agua obligaron a la EMA a reforzar el equipo de guardia del alcantarillado

EUGENIA GARCÍA

GIJÓN.

Domingo, 27 de mayo 2018, 02:35

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Los meteorólogos lo habían advertido activando la alerta amarilla por tormentas a última hora del viernes y la intensidad de las lluvias caídas durante la madrugada y las primeras horas del sábado acabó por anegar numerosas zonas del municipio. En la estación de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) situada en Gijón se recogieron 46,6 litros por metro cuadrado, una de las precipitaciones más altas del país.

Las lluvias más fuertes se concentraron en unas pocas horas y provocaron el desbordamiento de ríos, enlodaron viviendas y ocasionaron múltiples incidencias en el alcantarillado, que desde primera hora de la mañana obligaron a los bomberos a intervenir. Además, a raíz de los numerosos avisos que alertaban de problemas originados por la fuerte tromba de agua, la Empresa Municipal de Aguas tuvo que reforzar el equipo que habitualmente presta servicio de guardia de alcantarillado durante los fines de semana. Otros dos equipos, coordinados por el capataz y el jefe de servicio de turno, se unieron al principal con el fin de paliar los efectos del temporal.

Sin duda, la peor parte de estas jornadas de lluvia en Gijón se la llevó la zona rural. En las localidades cercanas al río Pinzales las inundaciones son un problema recurrente cuando descarga con mayor intensidad de la habitual. Por segunda vez este año -en marzo vivieron un episodio similar, aunque de menor gravedad-, las aguas tomaron la carretera de Fontaciera y las vías de Feve en la estación de Pinzales e inundaron la vega de Sotiello. «Ya lo avisamos entonces y meses después nos encontramos en la misma situación», denunciaba por la mañana Julio José Mateos, vecino de Fontaciera, mientras evaluaba los daños sufridos. Sótano, cuadra, garaje y gallinero anegados por el agua y varios conejos ahogados. «Otra vez a la faena», dice, resignado por los treinta conejos que ha perdido entre esta inundación y la anterior. En opinión de este vecino, «no ponen medios para resolver un problema con el que llevamos toda la vida». No obstante, coinciden con él otros habitantes de la zona cuando asegura que la rapidez con la que ocurrió la riada esta vez no es habitual e indica que el río «está completamente desatendido. No se limpia ni se drena así que termina por desbordarse, baja por la carretera y entra a las casas».

El Pinzales «está ahora incluso más sucio que en marzo», opinaba Adán Gil. Acumula sedimentos y maleza, «no tiene dónde desahogar» y la fuerza de la riada provoca estampas inusuales en cuanto hay un temporal. «El tren casi no entra en la estación, una furgoneta quedó trabada en la carretera y los contenedores de basura bajan por ella como si fueran barcas... Hay que tomar alguna solución», reclamaba ayer este vecino. «Una cosa es que ocurra cuando lleva lloviendo varios días, pero si en solo una noche pasa esto está claro que hay que canalizar, limpiar el río y dragarlo en algunas zonas», exigía.

En Sotiello, la crecida del afluente del Aboño provocó situaciones parecidas. «Se nos inunda la vega y el agua echa a perder todos los huertos», se quejaba Juan Carlos Álvarez. «Todo ocurrió en apenas hora y media, muy poco tiempo». Según explicó a EL COMERCIO, «los niveles freáticos de las casas estaban secos pero en cosa de tres cuartos de hora el caudal del río subió casi tres metros hasta desbordar». Es una situación insólita, por lo que algunos vecinos creemos que tiene que tener relación con algún embalse». Es por ello que no descartan ponerse en contacto con la Confederación Hidrográfica para «aclarar lo que ocurre e intentar que hagan algo para ponerle solución». No obstante, después de lo sucedido ayer «las huertas ya se han echado a perder, algunos vecinos han tenido que mover el ganado para evitar que quedaran atrancados y otros vecinos evacuaron su casa cuando comenzó a llover porque si no quedaban incomunicados».

Viesques, anegado

Entre las innumerables incidencias destacó la salida del agua del cauce del río Piles a su paso por el parque fluvial de Viesques y en la entrada principal al mismo. Se trata de una zona que, de acuerdo con Iván Suárez, presidente de su asociación vecinal, «se inunda con facilidad cada vez que llueve con fuerza».

En las proximidades del estadio de fútbol de El Molinón el cauce del río Piles estaba próximo a desbordarse. En el aparcamiento, vacío de cara al partido que se celebrará hoy, no hubo que lamentar daños materiales pero algunos locales de los bajos del estadio sufrieron importantes acumulaciones de agua. Los socios del gimnasio Metropolitan se encontraron con sus accesos anegados y el centro deportivo acabó por llamar al servicio de extinción de incendios que, aunque se desplazó hasta allí, finalmente no tuvo que intervenir.

En algunas zonas de Somió, el sistema de alcantarillado no fue capaz de absorber y evacuar la enorme cantidad de agua caída en tan escaso periodo de tiempo, lo que hizo que varios caminos se convirtieran en auténticos canales y motivó la intervención de los operarios de la EMA.

En el barrio de La Guía, la tromba de agua produjo además una importante acumulación de charcos entre las avenidas Dionisio de la Huerta y Justo del Castillo, en un área también propensa a las inundaciones .

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