Italia y Portugal echan raíces en el Muro de Gijón y llenarán de color el paseo

De Italia y Portugal llegan los árboles que ya están echando raíces en el Muro. Aunque aún es pronto para verlos en su máximo esplendor, su progresión avecina un gran cambio estético en la arquitectura arbórea de la ciudad. «La paciencia, como en la ciencia, en la jardinería es fundamental. Tardaremos uno año en ver las flores blancas de los italianos tamariscos, y un par de ellos más en apreciar la impresionante floración en tonos intensos rojizos de los portugueses metrosideros. Pero la regeneración verde que está experimentando Gijón es un hecho», asevera Sergio Rodríguez, técnico arborista del servicio municipal de Parques y Jardines.

«Queremos destacar que, cuando se tala un árbol es por un problema estructural, de enfermedad o de seguridad. Gijón es, junto a Vitoria, la ciudad de España con mayor bosque de ribera. El polémico árbol de la Plazuela tuvo que ser eliminado porque implicaba un gran problema de seguridad y continuamente estaban cayendo ramas, así como varios chopos de la zona de la Feria de Muestras», detalla el director de Medio Ambiente, Alejandro Navazas.

En concreto, Gijón alcanzará a final de año la cifra de 200.000 metros cuadrados, entre la plantación nueva y renovación de 1.016 árboles y 8.000 arbustos, que tendrá lugar este año, a sumar a los ya existentes. Esta estrategia integral de sostenibilidad que afecta a todo el concejo de Gijón, tanto al área urbano como periurbana, se está desarrollando por fases. EL COMERCIO acompañó a los técnicos en una de las zonas más transitadas por vecinos y visitantes. Pues en el Muro se están reponiendo ahora mismo seis tamariscos, y en breve se plantarán otros 17.

El proceso de plantación es sencillo: se hace un hoyo amplio y se introduce el 'tamarix gallica' (nombre científico) para que tenga espacio en su desarrollo radicular. «Hay que plantarlos a la altura del cuello, se les pone un poco de sustrato drenante y se inturutan durante los primeros años de vida; eso sí, con holgura, porque este árbol necesita el movimiento del viento para crecer y llegar a alcanzar los 11 metros de altura», explica Rodríguez.

Ante la preocupación ciudadana por la eliminación de varias dráceas en la zona del Náutico, la jefa de Parques y Jardines de Gijón, Marta Nosti, llama a la calma y aclara que «solo se han eliminado las que habían alcanzado el final de su vida. Las que se encuentren bien permanecerán junto a la introducción de una nueva especie, los técnicamente denominados 'pohutukawa' y conocidos como metrosideros excelsa, un árbol costero procedente de la zona ventosa portuguesa de Nazaret y que es un símbolo de la ciudad de La Coruña. Ya hemos plantado seis y en breve se podrá observar el lento y precioso crecimiento de estos monumentales seres vivos arbóreos».

El metrosidero, de porte galante, puede alcanzar los 20 metros de altura y se prevé que adorne con sus espectaculares flores rojizas la Navidad del año 2028. Además de los Jardines del Náutico, según adelanta Navazas, «este árbol también engalanará las macetas del Muro». Todas estas actuaciones responden, según destaca, el concejal de Medio Ambiente, Rodrigo Pintueles «al firme compromiso del Ayuntamiento con la conservación y ampliación del patrimonio verde de la ciudad y a los beneficios de aire puro, sombra, hábitat, y aumento de la biodiversidad». Porque como decía, el poeta alemán Hermann Hesse, «los árboles son santuarios, y quien sabe escucharlos, aprende la verdad».

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