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«José Antonio era una bendición»
El desconsuelo de Marcial y Josefina, padres del leonés pateado en Fomento, conmueve a Santa Marina del Rey
GUILLERMO MAESE
SANTA MARINA DEL REY (LEÓN).
Martes, 14 de noviembre 2023, 00:51
Abrazos y palabras cálidas para tratar de mitigar el dolor de una familia rota. Para tratar de consolar a Marcial y a Josefina, sus padres, ante una terrible, violenta e inesperada pérdida. A nadie en Santa Marina del Rey, su localidad natal, le fue ajena la agonía de unos padres que apenas tenían fuerzas para entrar en la iglesia parroquial. Llantos que recorrían a sus amigos, los amigos de su hijo y las gentes del pueblo que acompañaron a una familia devastada.
José Antonio Justel era una persona buena, trabajadora, conciliadora y tranquila. Un buen padre y un buen hijo. También un buen amigo. «Era una bendición», recordaban ayer por la mañana sus familiares a las puertas de la iglesia donde se ofició el funeral.
El leonés de 44 años afincado en Gijón, donde trabajaba de cartero, falleció el domingo tras recibir una salvaje paliza a las puertas de un pub en la madrugada del sábado. Nada pudieron hacer los médicos del HUCA por salvarle la vida. Sus dos agresores dejan huérfano a un niño de cinco años. «Era una bendición», aseguraba su tía Margarita, emocionada, a EL COMERCIO.
Sobrevivir a dos hijos
«Va a ser muy duro recuperarse de este golpe», reconocía la familia. El funeral sirvió también para recordar a su hermana, quien en 2016 falleció tras no superar una larga enfermedad. «Sólo podemos acompañaros en este sufrimiento tan grande. Nadie está preparado para sobrevivir a dos hijos», dijo Ramiro Fernández Miranda, sacerdote que ofició la misa. «Sobran las palabras cuando se sufre una muerte tan inesperada», decían a las puertas del templo los allegados.
Los primos de José Antonio, con quien el fallecido estaba muy unido, se mostraron muy afectados, al tiempo que agradecidos por las muestras de cariño. «Es inexplicable lo que ha sucedido. José era una persona muy tranquila y amable. Nada reparará nuestro dolor», advirtieron. Javier, uno de sus primos, que vivió en Gijón durante ocho años, aseguraba que José Antonio Justel «nunca había tenido peleas por la noche. Bien sé que la gente de Gijón no es como esos energúmenos».
Siguen la investigación
La jornada de ayer sirvió también para que sus allegados reclamasen a las autoridades una pronta resolución de las investigaciones. «Tienen que pagar por lo que han hecho. Que caiga sobre ellos todo el peso de la ley», demandaba la familia. «¿A quién se le ocurre agredir a alguien por la espalda de manera tan salvaje?», se preguntaban. Con la Policía cercando a los autores, en León lamentaban que «ni la justicia nos dará consuelo. ¿Qué hará ahora un niño de cinco años sin su padre? ¿Cómo se le explica lo sucedido?». La familia trata ahora de vivir un duelo difícil de superar. Seguirán atentos el operativo de búsqueda y captura.