La Justicia autoriza al Puerto a vender sus terrenos deportivos

La Justicia avala que la Autoridad Portuaria pueda vender sus instalaciones deportivas en Jove sin necesidad de indemnizar por ello a sus trabajadores, pese a que la adecuación de estos terrenos se hizo con cargo al fondo social de la empresa. Se pone así fin a un proceso abierto por CC OO a raíz de la subasta que puso en marcha el Puerto en 2017 para la enajenación de este suelo y que quedó desierta por la falta de ofertas. Aunque esa operación no supuso finalmente cambios en la propiedad tuvo como efecto colateral la desaparición del Club de Fútbol Puerto, que tras tres décadas utilizando el campo de la Autoridad Portuaria optó por la disolución ante la incertidumbre creada en torno a los terrenos.

Entre 1978 y 1984 sobre una parcela propiedad de El Musel en la calle Francisco Eiriz se construyeron un campo de fútbol, una pista de tenis, un frontón y un edificio de vestuarios, obras a las que se destinaron casi diez millones de pesetas (60.000 euros) procedentes del fondo para fines sociales de la Autoridad Portuaria. Un fallo del Juzgado de lo Social número 4, que acaba de adquirir firmeza, rechaza que la venta ahora de estos terrenos pueda suponer para el Puerto un «enriquecimiento injusto», pues ni el valor final de la parcela es necesariamente «una suma aritmética» del precio del suelo más las instalaciones que alberga, ni se tienen en cuenta cuestiones como la traducción que tendría en términos económicos la cesión de la parcela de la que ha disfrutado durante cuarenta años la plantilla para la práctica de actividades deportivas. Añade que en todo caso el enriquecimiento injusto sería para el colectivo de trabajadores si se le reintegran las cantidades que dedicó a las obras con su actualización según el IPC -CC OO reclamaba 317.252 euros-, pues «habría disfrutaro de unos terrenos ajenos a coste cero». Recuerda además que las instalaciones «están en desuso desde hace al menos dos años».

Los terrenos deportivos del Musel son una de las alternativas que estudia el Ayuntamiento para facilitar la práctica del rugby en la zona oeste si sobre el campo que existe actualmente en La Calzada se construye finalmente un pabellón para balonmano y voleibol, cuestión pendiente aún de un estudio geotécnico.