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La directora del colegio, Milagros González Neira, y la alcaldesa Carmen Moriyón, con los alumnos de sexto de Primaria que plantaron un lloréu «de futuro». FOTOS: DAMIÁN ARIENZA

El Lloréu celebra sus 50 años como «faro de educación y crecimiento de futuro»

El colegio de El Natahoyo «fue cuna de reconocidos ciudadanos, como la jugadora de balonmano Jessica Alonso y el periodista José Ángel Abad»

Laura Fonseca

Gijón

Miércoles, 11 de septiembre 2024, 02:00

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La planta de lloréu (laurel) simboliza la victoria. «En la antigua Roma se otorgaba la corona de laurel a los vencedores de guerras y conflictos ... como símbolo de triunfo y poder». Ayer, el colegio público de El Natahoyo plantó dos lloreos como símbolo «para representar la victoria sobre la ignorancia y el analfabetismo». Así lo destacó Milagros González Neira, directora del colegio Lloréu que, coincidiendo con el inicio de curso, celebró los cincuenta años del centro educativo, en un emotivo acto al que acudió la alcaldesa, Carmen Moriyón. Recordó Milagros, más conocida en la comunidad educativa como 'Mila', las raíces del Lloréu, «foco educativo» de la zona oeste. Aunque estos días conmemora su medio centenario, el germen de este colegio de Primaria se remonta a 1897, «ya hay referencias de él en las antiguas Escuelas de El Natahoyo». Desde esa fecha y hasta la que el centro se sitúo en su actual ubicación (Camino del Cortijo), pasó por diferentes lugares. En 1961 se constituyó como grupo escolar Sagrado Corazón, dentro de la Fundación Revillagigedo. Era entonces un colegio solo de niños, hasta que en noviembre de 1973 se crearon dos unidades de niñas bajo el nombre de Virgen del Mar.

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El Lloréu celebra sus 50 años como «faro de educación y crecimiento de futuro»