Borrar
¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO
Carla García, con tres niños, en Malawui. E. C.

«Malaui me ha cambiado la vida»

Una gijonesa de 27 años forma parte de un programa de voluntariado en África | 'Nación Ubuntu' nació para escolarizar a más niños en un país donde casi un millón no tienen acceso a la educación

ÁNGELA RODIL

GIJÓN.

Domingo, 21 de octubre 2018, 02:12

Comenta

Carla García, integrante del proyecto 'Nación Ubuntu', acaba de regresar de un voluntariado de ocho meses en Malaui. «Este programa nació de unos cuantos voluntarios que nos juntamos allí, empezamos a hablar y decidimos que teníamos que hacer algo por los casi un millón de niños que no tienen acceso a la educación en el país», explica a EL COMERCIO. Con su regreso ha empezado a dar a conocer la labor del proyecto mediante charlas impartidas en los diferentes colegios e institutos de Gijón.

En Malaui tan solo un 30% de niños están escolarizados. Hay un campo de refugiados de casi 40.000 personas, la mitad son niños y 16.000 de ellos no van al colegio. «Con estos datos decidimos que teníamos que actuar y fue así como nació el proyecto», destaca. La misión de Carla era dar clases a chicos que iban a ser profesores en áreas rurales: enseñaba metodología o hacían investigaciones en las comunidades para que viesen cómo son las zonas rurales. Sin embargo, «cualquiera es bien recibido para colaborar, solo hay que tener ganas».

La gijonesa cuenta cómo al principio del proyecto no disponían de ningún fondo, trabajaban como voluntarios creando las escuelas y fue en ese momento que Clarisa, miembro del proyecto, contactó con una ONG, 'Fraternidades sin Fronteras', que decidió apoyarlos económicamente. Gracias a la ONG ahora pueden realizar un proyecto de mayores dimensiones ya que antes solo contaban con donaciones anónimas y «no era muy sostenible». Carla cuenta cómo ya han construido dos escuelas y ahora con el respaldo económico de esta ONG van a empezar a construir más. «Hay muchos padres que no tienen cómo pagar la educación a sus hijos. Primero necesitan cubrir unas necesidades básicas: comida, agua, tener una vivienda digna... Y luego ya se preocupan por la educación. El gobierno está intentando dar comida a los niños en la escuela. Entonces muchos padres les mandan para que al menos coman una vez al día».

Malaui es conocido como 'el corazón caliente de África'. «Esto es así porque la gente de allí es súper amable y abierta. Me he sentido como en mi casa. Cuando decidí emprender esta aventura fue un cambio muy radical. Al principio es muy duro porque no puedes ayudar a todo el mundo y te crea impotencia», relata.

Vivir al día es el modo de vida de los malauíes pues «en las condiciones en las que se encuentran no pueden planificar su futuro». Todo el país sigue la filosofía Ubuntu: «Yo soy porque tú eres. Somos todos humanos e iguales y debemos crear paz en el mundo». La gijonesa cuenta emocionada la generosidad de sus gentes y el poco materialismo que predican. «Los niños hacen pelotas con bolsas de plástico y una cuerda, muñecas con hierba... Se conforman y son felices. Mucho más que los niños de aquí, que piden algo y ya lo tienen». Cuando llegó a España, la voluntaria abrió las puertas de su armario y se sintió «mal» después de haber vivido lo que vivió apenas unos días atrás. «Vi la cantidad de ropa que tenía en el armario y pensé ¿para qué? Cuando me fui de Malaui dejé allí todas mis cosas, incluido un pedazo de mi corazón».

Charlas sobre el proyecto

Durante toda la semana, la gijonesa ha impartido charlas en colegios e institutos sobre el proyecto. Empezó en el colegio Montevil, donde fue alumna. «El coloquio estaba dirigido a alumnos de 5º y 6º de Primaria. Lo primero que me dijeron fue: ¿cómo podemos ayudar? y entonces organizaron una recogida de material escolar que posteriormente se enviará. Se quedaron muy impactados cuando les dije que allí no tenían bolígrafos o que en una clase se podían juntar hasta 70 alumnos». Carla mueve conciencias con sus charlas: «Hay muchos que piensan 'y a mí que me importa Malaui', pero muchos otros quieren ayudar e incluso llegado el momento ir como voluntarios».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio «Malaui me ha cambiado la vida»

«Malaui me ha cambiado la vida»